El abismo

Ante una desgracia como la ocurrida en Los Alpes la reacción de la humanidad es de tristeza, condolencia, compasión. Pero hay un resto que se ríe, se mofa, de la desgracia ajena. El ser humano, es abismal y nunca sabremos como reaccionará cada uno hasta que algo fundamental remueve su fondo. Algunos protestaron porque no reaccionamos lo mismo ante las muertes de africanos en el Mediterráneo que ante lo ocurrido en Los Alpes. Me duele más la muerte de un hermano que la de otra persona, la de uno de mi pueblo que de un lejano, siento más una desgracia en Europa que en otra parte del mundo a no ser que en ésta muera alguien muy próximo. A los humanos los guía el principio de proximidad. La gente sencilla no pone esto en cuestión porque “es algo de sentido común”, me dijeron.
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