El grito

Leyendo hoy (10-1-13) las crónicas y los obituarios sobre Manuel Mota recordé El grito de Munch. El cuchillo sobre el pecho de Mota y la boca abierta de Munch me gritan y me dicen algo, mucho, sobre la angustia cósmica, y el extravío solitario del hombre. Este grito, un grito antiguo que cruza el tiempo y la vida, se percibe siempre pero especialmente en estas fechas entrañables. Uno puede estar rodeado por todas las modelos del mundo y verse ahogado por la soledad y asfixiado por la angustia.
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