¿En qué manos estamos¿

¿Pensaban los políticos europeos de la Comunidad que Rusia se iba a quedar con los brazos cruzados y poner la otra mejilla ante las restricciones que le imponían? Por ello, las lamentaciones de los políticos europeos ante los recortes que impone Rusia a la entrada de mercancías de la Comunidad, si lo sabían o suponían, son lágrimas de cocodrilo, o no lo sabían ni lo suponían, entonces son ineptos, incapaces. En el primer caso, que no quieran engañar a los ciudadanos y en el segundo caso, los ciudadanos deben de preguntarse: ¿En qué manos estamos?
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