Un país de leche y miel pero...

Las confesiones que estos días hacen los grandes partidos no son muestra de arrepentimiento ni de cambio ético sino de miedo y temor ante la posibilidad de perder los privilegios que les permiten hacer lo que hacen. La prueba es que hace mucho tiempo que Maragall hablo del 3% y nadie le dio importancia. Desgraciadamente, las componendas no sólo se dan entre políticos y empresarios. “Estamos en un mundo de componendas; se compone desde un hueso hasta una plaza de profesor o de investigador en el CSIC, desde un maleficio hasta un premio a la `mejor´ novela o al más riguroso ensayo”. Claro que entre políticos y empresarios corren tantos por ciento y en otros casos prestigio, preferencia, sueldos a perpetuidad. En el caso menos grave, juega papel importante la amistad. Si no fueran estos pensamientos que nublan el sol en este ir yendo hacia el invierno, mi valle me hace pensar en aquel país en el que mana leche y miel, y hay abundancia de frutas exquisitas del que habla la Biblia.
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