¿Qué ve el ciego?

Los dos sentados al mostrador, siguió contñandome: En tiempos de mi abuelo venía un ciego acompañado del lazarillo y un perro y traía una zanfona. Se instalaba al pie del crucero que está en la encrucijada que marca el centro del pueblo viejo. El ciego era el hombre de las noticias. Los que iban a las ferias lo escuchaban y aprendían algunas más recientes. Su llegada casi siempre coincidía con la vuelta de los rebaños del monte. Los corderos pasaban por entre las piernas del ciego y de su burro. Los carneros gigantescos daban con sus grandes cuernos al ciego y lo hacían girar sobre sus propios pies.

                - ¡Qué hermosos corderos! -, decía el ciego.

                - ¡Pero si no los ves! -, le decían los pastores.

                - ¡Qué sabréis vosotros! -, respondía el ciego.

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