¡Hay que ver!

Sólo han anunciado recortes en el número de concejales que, al menos los de algún ayuntamiento gallego, no tienen sueldo; sólo cobran por cada reunión a la que asisten. Nadie es capaz de justificar la existencia del senado ni de las diputaciones. Son lugares para aparcar a aquello miembros de la casta política que no tienen cabida en otras listas. Lo que estas instituciones prescindibles hacen lo podrían hacer otras. La mayor parte del dinero que reciben para hacer cosas lo consumen en pagarse a ellas mismas. Y el número de diputados se podría reducir bastante; muchos sólo van al Parlamento cuando su jefe de filas se lo ordena porque necesita un número determinado de manos alzadas. "¡Hay que ver!", exclamó Juan.
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