Rouco: "¡España, defensora constante e infatigable de la verdad de su Inmaculada!" Asenjo: "Poned en el horizonte de vuestra vida la santidad"

La víspera de la festividad litúrgica de la Inmaculada Concepción en Sevilla volvió a congregar a cientos de jóvenes tanto en el traslado de la imagen de la Inmaculada elegida para este año -la talla realizada para la parroquia de la Concepción de Nervión por José Antonio Navarro Arteaga en 2005- como en la posterior Vigilia que se celebró en el Templo Metropolitano y que estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina. Lo cuenta Fernando Carrasco en Abc.

Organizada por la Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil, fueron numerosas las personas de los grupos jóvenes de las Hermandades de la Diócesis así como de otras congregaciones religiosas, que acompañaron a la imagen de la Inmaculada en su traslado a la Catedral. El cortejo llegó a la Plaza Virgen de los Reyes al filo de las diez de la noche.

Posteriormente tuvo lugar la eucaristía en la que el prelado hispalense se dirigió a todos los presentes. El prelado puso especial énfasis en la búsqueda, por parte de los jóvenes, de la santidad, teniendo como norte y guía a Jesús y a su Madre. Recordó los obstáculos que hay en el camino de un cristiano y que «son muchos los que abandona la fe, no por razones de orden intelectual sino por razones de conveniencia», al dejarse llevar por «impulsos y apetencias de cada momento; por lo más cómodo, lo más placentero, por las modas, por el ambiente...».

«En ello creen encontrar -abundó monseñor Asenjo- la felicidad, una felicidad artificial y pasajera, fruto de las drogas, del sexo sin barreras y del consumo abusivo del alcohol en las noches locas del fin de semana».

La solución no es refugiarse en «una realidad virtual ni resignarse. La esperanza es posible, y esta esperanza se cifra en María, a la que con cariño inmenso invocamos en esta noche como la Purísima, la Inmaculada, la Limpia y Pura. Ella nos da y nos ofrece a Jesucristo, autor de la Salvación».

Es por ello que el arzobispo animó a los jóvenes «a poner en el horizonte de vuestra vida la santidad, sin excusas banales», pidiendo que se sientan «orgullosos de pertenecer a la Iglesia. En vuestra decisión de ser santos contamos sobre todo con el aliento maternal de la Virgen Inmaculada. Que Ella sea siempre el centro de vuestros pensamientos».
Salve y tunas

Otro de los momentos de esta Vigilia tuvo lugar en la medianoche, cuando desde la Catedral se desplazaron los jóvenes hasta la Plaza del Triunfo y allí, ante el monumento a la Inmaculada Concepción, se cantó la Salve. La plaza volvió a llenarse de personas que acompañaron este rezo para luego presenciar la actuación de las distintas tunas que se congregaron, acto organizado este año por la Tuna de Medicina.

Para hoy jueves, a partir de las 16 horas, está prevista la procesión de regreso de la talla de la Inmaculada a la parroquia de la Concepción de Nervión, a la que llegará, aproximadamente, a las 21 horas. El paso tendrá como acompañamiento musical de la Banda de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras.

Por su parte, el Cardenal-Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha destacado que la Virgen Inmaculada, cuya festividad se ha celebrado este miércoles en la vigilia de la Catedral de La Almudena, advierte "en estos momentos críticos de tanto sufrimiento e incertidumbre de la grave necesidad de recuperar la conciencia del pecado".

"Resulta una pura ilusión, cuando no un alarde de vana soberbia, pretender que entre la actual crisis económica y social y la negación persistente y despectiva de sus raíces morales y religiosas no haya ninguna relación de causa y efecto", ha argumentado Rouco Varela en su homilía.

El cardenal-arzobispo ha recordado que en María Inmaculada "queda vencido el pecado en su origen" desde el principio de su existencia, lo que obliga al cristiano a tener presente que "vencer el pecado es la condición primera e inexcusable para acertar en el camino de la vida".

"No habría peor engaño", ha continuado, "que el de afirmar que no se necesita ningún proceso de reforma ética y espiritual de la conciencia personal y de la opinión pública". En este sentido, ha puesto como ejemplo las confesiones de miles de jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Madrid por reconocer públicamente su condición de pecadores, "el origen de sus más graves e íntimos problemas".

En la necesidad de "dejarse encontrar con Cristo", Rouco Varela ha señalado que los jóvenes de la JMJ "acertaron" al mostrar con sus confesiones que la solución es "el perdón, la misericordia y el amor a Jesucristo". "La Fiesta del Perdón en el Retiro", ha dicho, "fue una de sus expresiones más hermosas".

Antes de esto, había recordado las palabras Benedicto XVI para advertir del riesgo de la "exaltación del súper hombre" alejado de Dios, "acentuado en las últimas décadas por un imperio intelectual del relativismo moral sin fronteras", algo que conectó con la "frustración afectiva, depresión frecuente, pasotismo derrotista, rupturas familiares, fracaso de los estudios, desempleo, miedo a los vínculos estables o huida de la paternidad y de la maternidad".

"ESPAÑA, DEFENSORA DE LA VERDAD DE SU INMACULADA"

El cardenal-arzobispo ha reclamado que la vigilia de la oración y adoración en la víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción sea vivida como "un nuevo y providencial momento para renovar vigorosa y vibrantemente el 'Sí' a Jesucristo de aquellos días vigorosos del pasado agosto --en referencia a la JMJ-- respondiendo con un nuevo y reforzado vigor a la llamada del Santo Padre a la nueva evangelización de los jóvenes de Madrid y de toda España".

"De toda España", ha apuntado Rouco Varela antes de insistir, "¡de España!, defensora constante e infatigable de la verdad de su Inmaculada Concepción, siglo y siglos, hasta la Declaración Dogmática del 8 de diciembre de 1854". "¡Sí a Cristo por María! ¡Sí a la Nueva Evangelización que el Santo Padre nos encarga y nos propone!", ha concluido.

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