La Diócesis obtuvo unos ingresos de 36,28 millones de euros provenientes de aportaciones de los fieles, algo más de 6,2 millones, la asignación tributaria, unos 5,1 millones, y los ingresos de patrimonio y otras actividades, por los que logró más de 966.000 euros.

La mayor partida de ingresos de la diócesis el pasado año se correspondió con el capítulo de ingresos corrientes, que superaron los 23,8 millones de euros, e ingresos extraordinarios, que supusieron algo más de 129.000 euros.

En cuanto a los gastos, la diócesis registró un total de 36,29 millones de euros, de los que la mayor cuantía, más de 14,3 millones de euros se vincularon a las retribuciones del personal seglar y más de 11,4 millones, se correspondieron con las partidas vinculadas a la conservación de edificios y gastos de funcionamientos.

La Diócesis también contabilizó gastos por importe de 4,6 millones euros por acciones pastorales y asistenciales, una cantidad similar por retribuciones al clero, 587.000 euros de exportaciones a centros de formación y más de 652.000 euros en gastos extraordinarios.

Al margen de lo económico, la memoria diocesana anual también refleja que durante el año 2018 se contabilizaron 1.416 bautizos, 1.837 primeras comuniones, 1.164 confirmaciones, 427 matrimonios y 2.879 unciones de enfermos.

La Diócesis de Burgos contó el pasado año con 371 sacerdotes, 34 seminaristas, 985 catequistas, 1.003 parroquias, 674 religiosos y religiosas, 490 monjes y monjas, dos diáconos permanentes y 30 monasterios.

Palacio episcopal de Burgos