Apertura de curso 2020-2021 en la universidad Loyola Gabriel Pérez: “Como Universidad, tenemos que estar a la altura del papel que debemos representar en el mundo post COVID”

Apertura de curso en la Universidad Loyola
Apertura de curso en la Universidad Loyola

El futuro de la universidad “se sigue conjugando con el verbo crecer, crecer sin miedo, con esperanza, en medio de una adversidad que hace un año no preveíamos, en un mundo nuevo que aparece”

La Universidad Loyola ha celebrado hoy el acto de apertura del curso 2020/2021, el octavo de la Universidad, que se ha desarrollado en su Campus de Sevilla, con aforo y duración reducidos debido a las medidas de seguridad contempladas en su Plan de Contingencia ante la situación de pandemia.

De este modo y de forma excepcional, al acto han asistido presencialmente los miembros del Consejo de Gobierno y una representación del Claustro, y se ha retransmitido en streaming a través de Youtube para toda la comunidad universitaria. Al acto han asistido la primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Dos Hermanas, Basilia Sanz Murillo, y el director general de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Pablo Cortés Achedad.

El acto se inició con la celebración de la Eucaristía en la capilla del Campus, presidida por el jesuita José María Valderde y concelebrada por Ildefonso Camacho SJ, Gonzalo Villagrán SJ., y Diego Molina SJ.

Tras finalizar la misma, prosiguió el acto académico con el informe del secretario general Pedro Pablo Pérez; la lección magistral a cargo del jesuita Diego Molina, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola; y finalizó con el discurso del Rector, Gabriel Pérez Alcalá, dando por inaugurado el curso académico.

Discurso del rector

En su intervención, el Rector empezó con un recuerdo para las víctimas de la pandemia, un agradecimiento a todos los que han estado en primera línea en la lucha contra ésta, además de expresar la solidaridad de la Universidad Loyola con todos quienes sufren las consecuencias de la crisis.

Pérez Alcalá ha querido enviar también un mensaje de esperanza para todos quienes tienen miedo ante esta situación, especialmente las personas mayores y ha animado a toda la comunidad universitaria a seguir trabajando y ser solidaria para vencer definitivamente la pandemia y sus consecuencias.

Asimismo, el Rector ha querido agradecer también a toda la comunidad Loyola su compromiso y todo el trabajo realizado desde el inicio de la crisis que ha permitido a la universidad terminar el pasado curso con normalidad y preparar este que ahora se inicia para seguir cumpliendo con su compromiso docente. “Esto ha sido posible porque, sin darnos cuenta, hemos creado, en muy poco tiempo, una universidad excelente”, ha indicado Pérez Alcalá.

“Aunque andamos ocupados por el inicio de este nuevo curso, lo importante será lo que venga después, sobre todo, estar a la altura del papel que debemos representar en el mundo post COVID y que se concreta en cuatro aspectos: la formación de personas, la creación de pensamiento, la conciencia crítica y el servicio a los más desfavorecidos. Servir esos objetivos nos permitirá cumplir con la misión que tenemos encomendada como universidad de la Compañía de Jesús”.

Finalmente, el rector aseguró que el futuro de la universidad “se sigue conjugando con el verbo crecer, crecer sin miedo, con esperanza, en medio de una adversidad que hace un año no preveíamos, en un mundo nuevo que aparece”.

Lección inaugural

Diego Molina, doctor en Teología y profesor de la Facultad de Teología, recientemente integrada en la Universidad Loyola, impartió la lección inaugural bajo el título “Sinodalidad y universidad”.

En su intervención, afirmó que desde el comienzo del pontificado del papa Francisco la reforma de la Iglesia ha estado en el centro de sus esfuerzos. Para llevarla a cabo, uno de sus puntos fuertes ha sido el desarrollo de la sinodalidad, refiriéndose a ella como a la manera en que la Iglesia debe vivir. Así, explicó que la sinodalidad “se aplica, en sentido estricto, a la comunidad eclesial y tiene que debe ser una comunidad participativa, a partir de la idea de que todos los fieles cristianos son el sujeto de la fe y de la importancia que tiene la tradición de la Iglesia”. Para Diego Molina SJ, dicha comunidad ha de “desarrollar el diálogo y una nueva manera de tomar decisiones para que pueda llevar a cabo la misión que le es propia en este mundo”.

Molina ha indicado que las ideas básicas de la sinodalidad también pueden aplicarse a otras realidades, en concreto, a la Universidad. En su discurso planteó dos interrogantes. Por un lado, las consecuencias que tendría para la universidad concebirse como una comunidad de diálogo, en la que a través de la participación de todos en la búsqueda de la verdad -algo que es propio del ethos universitario- se pueda llegar a ser un instrumento de transformación social; y por otro, los retos que se presentan a una universidad de inspiración cristiana.

Memoria 2019/2020

Por su parte, el secretario general de la Universidad Loyola, Pedro Pablo Pérez, ha presentado la memoria de las actividades desarrolladas por la Universidad Loyola en su séptimo curso, el 2019/2020. Así, en el ámbito docente ha señalado que, en el citado curso se impartieron 14 grados simples y 11 grados dobles), 11 másteres oficiales simples, 3 másteres propios y 9 dobles, 3 programas de Doctorado y 16 programas de formación executive.

En total, el número de estudiantes matriculados en estudios de grado en el curso 2019/2020 ascendió a 2.715, a 434 en máster, 71 en doctorado -con una tasa de internacionalización del 37%- y 457 en programas de executive. Así, la cifra total de alumnado matriculado con carácter regular en los estudios impartidos desde la Universidad Loyola fue de 3.677. Además, este año se defendieron cerca de 600 trabajos de fin de estudios en modalidad presencial-virtual dada la situación provocada por la pandemia que vivimos.

Internacionalización

En el capítulo de internacionalización, la Universidad tuvo que afrontar las circunstancias derivadas de la pandemia en lo relativo a la movilidad internacional. Así, acogió en el curso 2019-2020 a un total de 416 alumnos procedentes de otras universidades que se matricularon en estudios oficiales (se cancelaron 45 movilidades), y 245 estudiantes de Loyola completaron su formación en universidades extranjeras, bien desde destino o bien desde España en modalidad presencial-virtual una vez repatriados (se cancelaron 70). Actualmente la Universidad mantiene acuerdos para intercambios de alumnos, de profesorado y de PAS con 319 instituciones de educación superior en todo el mundo, de los que el 70% son europeos y el 30% del resto del mundo y de ellos 47 pertenecen a la Compañía de Jesús.

Asimismo, la apuesta por el plurilingüismo representa uno de los ejes de actuación de la Universidad. En el curso 19/20 se han ofrecido el 28% de los créditos de grado en inglés, teniendo una línea completa en este idioma para ADE y Educación Infantil y Primaria. Los estudiantes cursan habitualmente a lo largo del año no solo inglés sino también una segunda lengua extranjera, siendo 1.185 los que han cursado formación complementaria en idiomas en Loyola School of Languages.

Investigación

En cuanto a investigación, uno de los ejes centrales de la Universidad, Pedro Pablo Pérez, ha destacado que la producción científica se ha traducido en la publicación a lo largo de 2018 de 186 artículos indexados JCR, Scimago y otros índices, así como 19 proyectos de investigación nacionales e internacionales, 8 libros y 70 capítulos de libro, y 205 ponencias y comunicaciones en congresos y reuniones científicas nacionales e internacionales. También destacó que en el pasado mes de enero se aprobaron los grupos de investigación de la Universidad Loyola con un total de 17.

Empleabilidad y Emprendimiento

Por otro lado, en el ámbito de empleabilidad y emprendimiento, el secretario general ha indicado que la Universidad mantiene un total de 1.828 convenios de prácticas con empresas, habiendo firmado 399 nuevos convenios en el pasado curso académico. Además, 496 alumnos de grado y 163 de posgrado hicieron prácticas en empresas nacionales e internacionales durante el curso 2019/2020. Al igual que otros servicios universitarios, el servicio de Carreras Profesionales trabajó intensamente para que los estudiantes pudieran completar sus prácticas curriculares sin que la situación de confinamiento afectase a su trayectoria académica.

En el ámbito de la orientación laboral, se han desarrollado 1.234 tutorías individuales (con un índice de satisfacción del 4,84 sobre 5) y se han organizado 287 talleres, seminarios y conferencias de orientación laboral. En lo relativo al fomento del espíritu emprendedor, desde Loyola Initiatives se han ofrecido actividades en las que han participado 637 personas, se han generado 26 proyectos de estudiantes y tutorizado 10 proyectos empresariales de nueva creación.

Becas, ayudas y personal

En lo relativo a las becas y ayudas al estudio, Pedro Pablo Pérez indicó que en el curso académico 2019/2020 fueron concedidas a un total de 475 estudiantes y el importe total concedido fue de 1.371.703 euros.

En el capítulo de personal, el PDI suma un total de 631 personas (228 de estructura y 403 asociados). El PAS está compuesto por 196 personas. En total la suma del personal de la Universidad asciende a 827, habiéndose producido un incremento del 7,96% respecto al pasado curso.

Diálogo y cooperación

En este contexto de educación integral, ocupa un lugar preferencial el Servicio Evangelización y Diálogo para llevar a cabo el objetivo de promover los valores evangélicos de la espiritualidad ignaciana que se reflejan en la Universidad Loyola. En este contexto de pandemia, el servicio ha realizado un importante esfuerzo para mantener en modalidad presencial-virtual sus actividades y experiencias formativas en los campos de la espiritualidad, el voluntariado y el diálogo. En datos: 237 personas de la comunidad universitaria activamente implicados en participar/conocer la espiritualidad ignaciana, 11 actividades de Diálogo dentro y fuera de la Universidad y 22 acciones de compromiso solidario en las que participaron 264 personas.

Finalmente, la Fundación ETEA-Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola Andalucía, a través de la cual la Universidad Loyola realiza una importante labor, realizó 17 proyectos de cooperación y transferencia de conocimiento en 14 países de Europa, Centroamérica, América del Sur y el Caribe, con un volumen de fondos gestionado de 1 millón de euros. Por su parte, el Instituto de Ciencia y Tecnología, Loyola Tech, desarrolla 7 proyectos nacionales e internacionales, con un volumen gestionado de más de 4 millones de euros.

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