Secretario general de Escuelas Católicas: “Las familias más ricas no van a nuestras escuelas” José María Alvira: “Es curioso que el PSOE, que fue quien creó los conciertos, se rinda ahora a planteamientos mucho más radicales”

(Jesús Bastante).- José María Alvira es religioso marianista y secretario general de Escuelas Católicas, la principal institución educativa de la Iglesia en nuestro país, con más de dos mil centros repartidos por toda España. En pleno debate investidura, la cuestión de la enseñanza religiosa, los conciertos educativos y el papel de la Iglesia en la educación vuelven sobre el tapete. En esta entrevista, Alvira subraya que "no pedimos privilegios, sino ejercer un derecho constitucional", reclama un pacto educativo serio y desmonta los falsos mitos contra la enseñanza concertada católica.


Contigo es obligatorio hablar de educación católica. En un momento en el que la educación sigue siendo un caballo de batalla.

Desgraciadamente es difícil encontrar la estabilidad en este terreno. Si eso significara inquietud pedagógica me parecería muy bien. Pero parece que más bien significa inquietud política e ideológica. Con falta de serenidad en los planteamientos.

¿Por qué sucede que se pueden alcanzar pactos de Estado en otros temas, como pueden ser las pensiones o sanidad, pero en el tema educativo jamás? Llevamos casi 50 años con no sé cuántas leyes educativas que se cambian al albur de quién esté en el Gobierno.

El acuerdo constitucional, en todos los ámbitos fue un paso importantísimo. En ese momento se logró superar toda una historia de enfrentamiento ideológico. Y de hecho costó, como todos sabemos, el artículo 27 de la Constitución. El problema es que hoy, todavía genera controversia. Hay grupos interesados en que esto sea así. Y es una pena, porque ese artículo me parece modélico en su primer apartado. Dos frases cortas: "Todos tienen derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza." En esas frases se intentó aunar esas dos posibilidades. Y yo creo que es posible, aunque siga siendo polémico.

¿Cuál es vuestra situación actual de Escuelas Católicas, frente a este debate educativo? Porque sois parte como escuelas, pero también la diana donde algunos apuntan por tratarse de una educación ideológica, al ser católica.

Nosotros queremos establecer el debate en el terreno de los derechos civiles. Alejado de lo que pueda ser el terrenos de privilegios, relaciones con la Iglesia, etc. Evidentemente, somos Iglesia, pero la cuestión que se plantea no es la de acuerdos Iglesia-Estado. Estamos hablando de la Constitución: del artículo 27 y los derechos civiles. En un país democrático tiene que haber libertad de enseñanza. Y el Estado debe garantizar que la educación llegue a todos, pero que no sea un monopolio del Estado. Ha de haber una verdadera libertad donde los padres de las familias puedan elegir, sin estar condicionados por el precio de esa educación. La ayuda del Estado a los centros privados, en el fondo es una ayuda a las familias para que puedan elegir en libertad.
Debe quedar claro que una constitución democrática como la española reconoce una serie de derechos. Y no se limita a decir que ese derecho se puede ejercer. Se compromete a garantizar que ese derecho sea real. Por lo tanto, se subvencionan partidos políticos y sindicatos para que puedan funcionar y que el ejercicio de esos derechos sea real. Con la enseñanza es lo mismo. Y no debe condicionar a la familia que sea religiosa, por su capacidad económica. No pedimos privilegios, sino ejercer un derecho constitucional.

Vamos a desmontar determinados mitos que existen sobre la enseñanza concertada:

"Apoyar la educación concertada es desprestigiar la pública"

Nosotros apoyamos la escuela pública. Queremos una escuela pública de calidad. Lo que no queremos es que sea la única. Lo vemos desde el punto de vista de competencia normal. Para ir mejorando todos es necesario que existan ambas redes. Ante el mito de "son dos redes antagónicas", yo diría: no, son dos redes "complementarias". Por nuestra parte no van a encontrar a un enemigo.

"La concertada es sólo para ricos"

Bueno, este es un mito que a estas alturas nadie lo cree. Otra cosa es que alguno lo utilice públicamente para defender su postura. Precisamente la concertación permite que los centros privados que se acogen a este régimen estén abiertos a todas a todas las familias. Que no tengan que pagar y puedan elegir entre una educación u otra.

"Esa subvención pública también sirve para que personas con menos recursos puedan acceder sin coste a esa educación".

Esa es la finalidad fundamental de los conciertos. Y cuando en el año 85 el PSOE, a través de la LODE crea este régimen de conciertos, nosotros estuvimos de acuerdo con el modelo, aunque se puede mejorar mucho. Pero en aquél momento muchos colegios religiosos, hablo por parte de Escuelas Católicas, decidieron ir al concierto. Aunque pensaran que suponía una cierta merma de libertad, permitiría abrir sus colegios a todos el mundo.
Tenemos un estudio reciente que todavía no hemos dado a conocer en su totalidad de la Universidad de Comillas. Es sobre las expectativas y deseos de las familias españolas.

Danos una primicia

La primera sería que las familias más ricas, no están en la escuela concertada. En la escuela concertada hay una banda muy amplia de familias, de pobres o muy pobres hasta ricas. Pero las "muy muy ricas o muy muy pobres" no es ahí donde están. O sea que nuestra escuela no es para ricos, sino que es para todos.

Esa franja de "muy muy pobres", a veces tiene problemas para acceder a la enseñanza concertada porque al lado hay un colegio público que le ofrece, además de la enseñanza, comedor y transporte gratis. Son servicios que en la concertada no podemos permitirnos, porque el Estado no nos los subvenciona. De manera que hay una cierta desigualdad ahí.

¿Entonces, la subvención qué cubre? ¿Está perfectamente delimitado?

Sí, la mayor parte va a sueldos de profesores, que además no pasa por los colegios, sino que va directamente a ellos, a través del "pago delegado". Y otra parte para lo que se llama "otros gastos", donde se incluyen personal de administración y servicios, cuerpo de mantenimiento, limpieza, suministros, etc. Esta es otra cantidad que nos ha parecido, datos en la mano, insuficiente y que está creando un déficit crónico. Soportado por las entidades titulares y por los padres también, a través de las célebres aportaciones voluntarias. Dicho sea de paso que son verdaderamente voluntarias, y cantidades razonables y asumibles por la mayor parte de la sociedad.

Otro mito: "No hay inmigrantes en la escuela concertada"

Pues de acuerdo con este estudio que tenemos, el 6,7% del alumnado de las escuelas concertadas es inmigrante, y un poco mayor en la escuela pública: el 7,1%. Y esa diferencia se explica en parte por lo que decía antes de los servicios de comedor y transporte. Este es un mito que se mantiene interesadamente. Y luego hay que recordar que los criterios de admisión de alumnos son los mismos para todos, vienen marcados por la ley y están muy controlados por la inspección.

Esto no es un mito. Es una duda que tengo. Si un niño musulmán quiere estudiar en un colegio católico, ¿qué posibilidades tiene, alguna dificultad?

Facilidades las mismas que cualquier otra familia, el hecho de que pertenezca a otra religión, no es un inconveniente. Además, legalmente no se podría poner esa condición, ni queremos ponerla. Lo único que aclaramos es nuestro ideario. De hecho tenemos colegios católicos en lugares donde hay muchos inmigrantes con niños de muy diferentes religiones.

Vamos a hablar de los pros. ¿Qué ofrece la educación católica en España para justifica su presente y su futuro?

Ofrece un proyecto educativo que da coherencia a toda la educación que se hace en el centro. Es importante que haya un proyecto global que dé sentido a la educación. También ofrecemos un saber hacer y una tradición que partiendo de unas raíces centenarias, está siempre atento a mantenerse al día. Y esto nos da solidez de garantía.

Yo desconfío un poco cuando aparecen entidades nuevas que jamás han estado en educación. Aunque es legítimo, necesitan presentarse con lo último de lo último en la base pedagógica que los sustenta. Pero esto revela además que no es una base sólida.

También algunos de estos nuevos centros se presentan como católicos. Con un estilo muy determinado de ser católicos.

Algunas de ellas pertenecen a Escuelas Católicas. Hay otras que aunque lo sean, no quieren que se las reconozca como tal. Atención, porque no quiero desacreditarlos, su deseo de innovar nos parece muy bueno. Lo que quería subrayar es que el deseo de innovar partiendo de una base sólida como son unas raíces pedagógicas, me parece que aporta una solidez y una garantía mucho mayor que quien se presenta simplemente como una novedad que a veces está sustentada en el vacío.

¿Cuál es el futuro, no de la enseñanza católica sino de las escuelas católicas? Porque no es exactamente lo mismo. Vosotros no enseñáis sólo religión, que es otro de los mitos de los que no hemos hablado pero que se da.

En cuanto al mito, una escuela católica lo es por el proyecto educativo que la sustenta, y porque todo lo que se hace en ese centro (transmisión de saberes, la organización del centro, el tipo de relación que se establece), tiene una base evangélica. Además de eso hay actividades religiosa que se ofrecen voluntariamente y que sería la pastoral. Pero es el conjunto.

Y en cuanto al futuro, pienso que la Escuela Católica en España tiene buena salud. Primero por esa solidez de base, y porque en general todos los colegios católicos han querido y han sabido ponerse al día. Lo digo viéndolo en el panorama internacional. Nuestra situación con respecto a otros países es muy buena. Hay problemas y dificultades, pero en general, los católicos han sabido cuál es su sitio y están renovándose pedagógicamente tanto a nivel de proyectos como de personal. Y esto es una buena base para poder confiar en el futuro con optimismo. La situación política y la social, que a veces dificulta el camino, es un reto que tenemos ahí delante. Y que se puede superar precisamente por la fuerza que tenemos desde dentro. Por lo que podemos ofrecer. Esto no nos hace olvidar que tenemos que plantear diálogo con los agentes políticos. Y tratar de transmitir a la sociedad que nuestra escuela beneficia a todos. Porque permite la libre elección de los padres, ofrece unos proyectos educativos sólidos y los ofrecemos abiertamente a todo el quiera optar por ellos.

Hay determinadas opciones políticas que si llegan a gobernar, hablan del ahogamiento económico y del fin de las subvenciones y los conciertos. Imagínate que yo fuera el responsable de tomar esas decisiones. Intenta convencerme de lo contrario en un minuto.

Es poco tiempo pero lo voy a intentar. En primer lugar, hay un doble discurso en España y lo sabemos todos. Uno en familia, ámbito en el que los colegios concertados tienen buena prensa. Se ve en las solicitudes que hay. Y el otro, que es el discurso público de muchos partidos políticos, grupos sociales y medios de comunicación. En los que parece que no se puede alabar o resaltar el papel que realizan estos colegios concertados en general y en particular los religiosos. Yo le pediría al político que se fijara en lo que está pidiendo la sociedad española. Una escuela pública de calidad pero también la posibilidad de elegir una escuela concertada de calidad.

Y por otra parte, estamos en un país democrático, que no se concibe sin una libertad real de enseñanza. Que pueda ser realmente ejercida por los padres. Y por lo tanto, que las limitaciones económicas no sean una limitación para poder elegir. Partidos políticos, sindicatos y asociaciones varias reciben esas subvenciones del Estado, porque eso permite que funcionen con libertad. La enseñanza lo mismo. De manera que dar dinero a la escuela concertada, en el fondo es darlo a las familias y contribuir a que haya verdadera justicia y libertad en nuestro país. No es ningún privilegio. Me sorprende que haya grupos empeñados en admirarse de que haya dinero público destinado a la escuela privada, cuando pertenecen a asociaciones que están recibiendo este mismo dinero público para poder ejercer sus propias libertades. Seamos coherentes. Que en contraprestación, la escuela concertada deba someterse a ciertos controles, por supuesto. Los colegios concertados rinden cuentas con toda normalidad, algo que solicitan algunos grupos. Y que se ha hace siempre. Me gustaría que además los módulos de conciertos respondieran al coste real.

¿Tiene esperanzas de que este diálogo ficticio se pueda dar en la realidad?

Quiero ser optimista y espero que sí. Es verdad que hay algunas señales que nos están alertando. Como el acuerdo de Castilla - La Mancha entre Podemos y PSOE donde explícitamente se dice que para este año 2016 se van a mantener congeladas las partidas destinadas a la Escuela Concertada y para años sucesivos se van a ir reduciendo paulatinamente. Me parece que esto es grave, y vamos a seguirlo con atención. Es curioso cómo un partido como el socialista que fue quien creó los conciertos, ahora, por aquello de los factores de gobernabilidad, se rinda a planteamientos mucho más radicales. Yo espero que parte de esos planteamientos sean más de cara a la galería que a la realidad. Espero.

Volvemos a esa necesidad de establecer un pacto educativo que vaya más allá de ese artículo 27 al que se llegó en la Constitución del 78, y que sea duradero. Nuestras próximas generaciones de ciudadanos de pleno derecho lo van a agradecer.

Aquel artículo 27 fue un ejemplo de generosidad por parte de todos para buscar el consenso. Y hay que valorar todo ese esfuerzo por lograr un ambiente de convivencia y respeto entre todos nosotros.

José María, ha sido un placer tenerte entre nosotros. Una charla interesante. Esperamos tener más a lo largo de los meses.


Muchas gracias. Y espero que no sea para hablar de problemas en educación, sino al revés, para felicitarnos.

Y para seguir trabajando por una educación de calidad para todos

Efectivamente.

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