Andrés ya está en casa

Gracias, muchas gracias. En nuestro nombre y en el de los padres de Andrés, que desde hace apenas dos horas está de nuevo en su casa, empezando a disfrutar, por fin, de ese inmenso don de Dios que es la vida. Gracias a todos los que habéis rezado por él, y por nosotros. Desde cardenales a agnósticos -que no sé si habrán rezado, pero se han acordado de Andrés-. Desconocidos muchos, amigos todos. Gracias a cada persona, con nombres y apellidos, a las comunidades de kikos, HOAC, parroquias, conventos... que sabemos han orado por Andrés y su familia. Gracias por la oración, y por la esperanza. Cuesta pensar en el poder de la oración, pero ayuda. Vaya si ayuda. Sobre todo a Andrés y a Vane, los sufridos papás del campeón, que lo han pasado muy mal. Es complicado escuchar que tu hijo recién nacido (pronto cumplirá un mes de vida) lo tiene crudo para seguir adelante. Pero los tres son unos campeones, y nos han dado a todos una lección de cómo afrontar, desde la fe, y desde la esperanza, algo para lo que ningún padre está preparado: el sufrimiento de un niño. Todavía queda mucho por hacer, y por esperar, para que Andrés esté del todo bien. Pero ya está en casa, con sus padres, los tres juntos. Como los de Nazaret. Y, con vosotros... como una gran familia. Gracias, muchas gracias.

Jesús y Carina
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