¡Benedicto! ¡Jesucristo!

Una vez más, el hermano Cortés ha estado sembrado. La viñeta con la que hoy nos arranca una sonrisa en RD es, sencillamente, genial. Y refleja como pocos articulistas la situación en la que, lamentablemente, nos encontramos, con una minoría papólatra y otra, tampoco excesivamente mayoritaria, que pone el énfasis en el Resucitado. Benedicto y Jesucristo no son incompatibles, ni mucho menos. Como no lo son la liturgia y la acción social, Cáritas y el Vaticano, cristianos y laicos. La gran mayoría silenciosa de los seguidores de Jesús no se preocupan por tantas zarandajas, tantos matices, tanto "conmigo o contra mí" (que eso no lo dijo Cristo, que lo que dijo fue que quien no está contra mí, está conmigo. El cambio en el lenguaje es sumamente revelador).

La mayoría se dedican -quisiera decir "nos dedicamos", pero en excesivas ocasiones un servidor se ve arrojado a la trinchera- a tratar de hacer realidad el Evangelio en la vida diaria, y se alegran de que el Papa venga a Madrid, pero también lo harían si, no ya fuera a Mogadiscio, sino arrancara de la comunidad internacional un compromiso para erradicar el hambre y la pobreza -cosa que, ojo, también hace-.

La Iglesia de fronteras (no la Iglesia "en" las fronteras) no tiene futuro, como no la tiene una sociedad que se preocupa más en dividir, en buscar los defectos del otro, que en tratar de paliar los propios. Ojalá la viñeta del hermano Cortés no fuera más que un mal sueño, en un futuro no muy lejano. Y todos pudieran cantar juntos ¡HU-MA-NI-DAD! (y también "Jesucristo", "Benedicto")

baronrampante@hotmail.es
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