Deja nacer al Niño que viene

El Niño Dios nace. Bueno, en realidad nació una vez, hace ya 2015 años. Se encarnó en el mundo, se hizo hombre y nos permitió a los hombres ser un poco Dios. Llega la Navidad, y el Niño nace. Pero más allá de las celebraciones, no vendrá a este mundo si no es a través de tu corazón. Si no abres tu pecho al Misterio del nacimiento, de la vida nueva, si no entregas tus talentos y te dejas querer. Si no amas y te dejas amar. El Niño Dios quiere seguir naciendo en tu corazón a cada rato, a cada instante. Puedes ser egoísta y cerrarlo a cal y canto, o abrir sus puertas y permitir que entre de lleno y cambie tu vida. También aparecerán dolores (¿"de parto"?), heridas, desgarros, pues toda vida también comporta sufrimiento. Pero sólo nacerá si tú lo dejas, si tu corazón lo acoge, si le das calor. Si haces de José, de María, de buey y de mula, de pajas en el pesebre. Y si, en el fondo, quieres ser Él. Y nacer a cada rato. En tu corazón, en mi corazón. Y de ahí, al mundo. Que el Niño venga bien y sano. Pero que venga. Tráelo.

baronrampante@hotmail.es
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