Miró al soslayo, fuese.... y no hubo nada

"Miró al soslayo, fuese y no hubo nada". El final del famoso soneto de Cervantes bien nos sirve para ilustrar la homilía del cardenal Rouco en la misa de acción de gracias por la JMJ, celebrada ayer tarde en La Almudena. Un cardenal que, por primera vez en muchos años -son ya décadas las que le seguimos- no utilizó el guión de homilía, y únicamente leyó un par de párrafos correspondientes al discurso de Benedicto XVI en Alemania. Se le veía contento, crecido. No era para menos: Madrid se convirtió en el centro de la Cristiandad en agosto. Pero, al final, como en el soneto, el Papa llegó, "miró al soslayo, fuese y no hubo nada". El propio Rouco tuvo que volver a reconocerlo ayer. En lugar de proponer la Iglesia que mira al futuro desde la JMJ, el cardenal de Madrid se limitó a decir -no fue la primera ocasión en que lo hizo- que "Sin Benedicto XVI no hubiera habido JMJ".

Una afirmación tan triste como rotunda, y que Rouco Varela cree a pies juntillas. Sin Papa no hay JMJ. ¿y sin jóvenes? ¿Y qué ocurre ahora que todo ha terminado? Ni una sola propuesta. Lamentablemente, como siempre. Madrid vive ya en tiempo de prórroga. Fidel lleva los asuntos de la diócesis, confiando -todavía- en quedarse como coadjutor, mientras César Franco parece estirar sus brazos hacia Ourense -no con pesar para muchos gallegos- y se busca acomodo para el "incómodo" Camino. Que, por cierto, lleva casi dos meses callado. Y es que al todavía portavoz, cuando finalmente abandone su cargo en la CEE, le ocurrirá como a la JMJ cuando se marchó el Papa. "Miró al soslayo, fuese y no hubo nada". Cuando Rouco se marche, mucho nos tememos, quedará un erial, y muchas fieras alrededor para repartirse los restos del naufragio.

baronrampante@hotmail.es
Volver arriba