Mucho ruido, y muy pocas nueces, entre los enemigos de lo ajeno al respecto de una supuesta "coacción" del alcalde de Madrid al
cardenal Rouco y al propio
Benedicto XVI. Muchas falsedades escritas, que cogen el rábano por las hojas, como siempre.
Nada nuevo bajo el sol.
Gracias a Dios, Benedicto XVI está lo suficientemente bien informado de lo que sucede en España, y sabrá qué hacer. Por lo pronto, ordenar
un cambio en las relaciones con el Gobierno -mano firme en la negociación, guante suave en las formas (sólo hay que escuchar a
Martínez Camino), y tratar de cuidar especialmente todo lo relacionado con España. La embajada de nuestro país en la Santa Sede cuidará este año, especialmente, todos los
actos relativos a la fiesta de la Inmaculada en Roma.
La marcha de Cañizares ayudará. Y
un poquito de buena voluntad por parte de los que gritan -o de quienes les mandan- también sería de agradecer. Un buen regalo de Navidad.
baronrampante@hotmail.es