Un Papa valiente aterriza en Alemania

Alemania recibe, con cierta frialdad, a su ciudadano más ilustre. Joseph Ratzinger, desde el 19 de abril de 2005 Benedicto XVI, acaba de aterrizar en su país natal. Un viaje importante, más de lo que parece, en tres perspectivas. La política (Benedicto XVI pronunciará esta tarde un relevante discurso ante un Bundestag que no se llenará); la religiosa (con el encuentro con autoridades islámicas y el rezo conjunto con evangélicos en Erfurt, así como la más previsible reivindicación de la figura de Lutero); y la social, con el brutal impacto de la pederastia en el país teutón. Una vez más, Benedicto XVI está siendo valiente desde el principio. Ya en el avión, a preguntas de los periodistas, ha afirmado, sin ambages ni medias tintas (cuántos eclesiásticos o ultraortodoxos deberían aprender de ello) que "la pederastia es un crimen" y que entiende que los fieles "se escandalicen" ante un solo caso que afecte a un clérigo. Del mismo modo, se ha vuelto a comprometer en continuar abordando la solución a esta lacra. Benedicto XVI, que se reunirá en privado con víctimas este domingo, pasará a la historia, a poco que no se le boicotee por dentro, como el Pontífice que abolió esta lacra de la Iglesia.

baronrampante@hotmail.es
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