El 15-M y el Papa

Los "indignados" han indicado que van a llevar a cabo toda una serie de iniciativas relacionadas con la inminente visita del Papa a Madrid para clausurar la JMJ. El "ferragosto" madrileño amenaza con hacer hervir las cabezas de todos los que, por una u otra razón, nos quedamos en la capital de España este verano. Algunas de las propuestas analizadas ayer no dejan de ser una muestra de ciudadanía, como participar en la manifestación convocada por las instituciones laicas, o boicotear a las empresas que colaboran con la JMJ. Otras suenan a vaga reivindicación, un tanto absurda, a mi modo de ver, como la de los besos a su paso o el hecho de que algunos se vayan a vestir de bebés para protestar por la pederastia. Pero otras posibilidades, como "okupar" algunos de los colegios donde se alojarán los peregrinos, o tratar de "colarse" entre los que se confiesen con el Papa en el Retiro, ya chocan con el delito, y desvirtuarían el espíritu del movimiento del 15-M. Una cosa es no estar de acuerdo, y protestar, contra el coste de la visita, contra la visita misma o contra los privilegios de una institución religiosa y otra, muy distinta, es faltar al respeto a la misma ley -laica- que concede libertad de profesar en público el culto. Que el calor de agosto no termine de quemar nuestras neuronas, por favor.

baronrampante@hotmail.es
Volver arriba