Sueños de Navidad

Apenas dentro de unos días, nacerá en Niño Dios. Lo hará en una Palestina sitiada, en Benin con los pequeños esclavos, en Guatemala con los pobres de solemnidad, en la Amazonía, en un rincón perdido de Nueva Zelanda... en nuestra pequeña y crispada Europa. Nace el niño Dios, y como casi siempre, no nos enteramos, enfrascados como estamos en las compras, las vacaciones y las prisas. Nos falta amor. El Adviento es un buen momento para retirarnos a nuestros desiertos particulares, buscar razones, cargar pilas y comprender el auténtico milagro de la encarnación del Dios vivo entre nosotros. Una gran responsabilidad para los creyentes, que debemos comprender que nos hacemos un poco Dios gracias a que la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Es tiempo también para soñar en construir un mundo nuevo, de no quedarnos en las buenas intenciones de fin de año. De sentir que todo, todo, es posible. Vayamos a ello.

baronrampante@hotmail.es
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