La Santa Sede, a través de sus tribunales eclesiásticos, abrió procesos penales contra 527 sacerdotes en todo el mundo a lo largo de 2010, según el informe extraoficial que todos los años se publica para dar a conocer las actividades de la Curia. De ellos, el 82%, para un total de 432 casos, tienen que ver con casos de abusos sexuales a menores. Un paso más, una nueva prueba de que la política de "tolerancia cero" impuesta por Benedicto XVI está comenzando a dar sus frutos. Y un toque de atención el saber que, pese a todo, los casos investigados apenas corresponden al 0,12 por ciento del total de sacerdotes en el mundo, lo que nos indica que son pocos, muy pocos, los curas delincuentes. Pero también que son pocos, muy pocos, los que acaban siendo descubiertos y juzgados por las autoridades eclesiásticas. Datos a tener en cuenta precisamente hoy, día en que las asociaciones de víctimas -que ayer se detuvieron en Madrid- llegan a la plaza de San Pedro.

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