Lo confirmaba esta misma noche Presidencia del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero recibirá este miércoles, a la una de la tarde, al cardenal de Toledo y nuevo prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares. Una visita que dará que hablar, y que de hecho ya está desatando toda serie de rumores.
¿Pretende el Gobierno utilizar a Cañizares como interlocutor privilegiado con la Santa Sede, teniendo en cuenta sus buenas relaciones con María Teresa Fernández de la Vega? ¿Es un desaire a la figura del actual presidente del Episcopado, Antonio María Rouco Varela? ¿Por qué acude Cañizares a la cita? Estas y otras cuestiones se irán dilucidando en las próximas semanas.
Oficialmente, la visita es un modo del Ejecutivo socialista de cumplimentar al que ya es el español con mayor rango en el Vaticano. Y, a la vez, un modo de volver a "tender la mano" a la Santa Sede, después de que haya surtido efecto, al menos en las formas, la "despolitización" que el pasado mes de mayo solicitó Benedicto XVI a la cúpula episcopal. En todo caso, la visita no ha sentado nada bien en la sede del Arzobispado de Madrid.