Muy de acuerdo con el comunicado de la Alianza Evangélica sobre el "autobús ateo"

Que viene a decir, más o menos, lo mismo que dijimos aquí hace un par de días: que gracias a Dios (y a la democracia) en España existe libertad de expresión, y de conciencia, para creer, y también para no creer. Que nadie debe ser perseguido por causa de sus creencias, sean cuales sean. Incluso el credo en la increencia, por muy paradójico que nos resulte a muchos. Y que esta polémica no deja de ser un bluff interesado, pero que a la vez demuestra cómo, afortunadamente, el debate acerca de la fe sigue estando muy, pero que muy presente en nuestra sociedad.

Éste es el comunicado emitido, esta tarde, por la Alianza Evangélica Española:

Ante la reciente "campaña atea" en autobuses públicos de Barcelona, que quizá se extienda a otras ciudades españolas, como Alianza Evangélica Española deseamos exponer:

1.- El que un grupo ideológico exprese su filosofía forma parte de la normalidad democrática y del pluralismo de ideas y creencias de la sociedad española.

2.- El contenido de la "campaña publicitaria atea" creemos que no representa en sí un deseo de atacar a las creencias religiosas, sino que simplemente expone sus ideas y principios (con los que obviamente se pueden estar de acuerdo o no).

3.- Esto es o debería ser fácil de entender ya que de la misma forma, entendemos que proclamar quienes somos creyentes nuestras ideas no quiere ni debería ser interpretado como un ataque a quienes no creen en Dios. Y a la inversa, las personas e instituciones religiosas debemos respetar desde lo más profundo y con la máxima firmeza a quienes difieran o se opongan a nuestras ideas desde el respeto; que no es obstáculo a la crítica y el debate.

4.- Precisamente desde ese respeto, queremos exponer nuestra opinión al contenido de la "campaña atea publicitaria", que a nuestro entender tiene tres profundas paradojas o contradicciones:

A.- Implica una profunda fe en el ateismo, equivalente a la de quienes creen en Dios o incluso mayor. Es impensable que el no creer en Dios dará la felicidad a quienes "practiquen la religión atea".

B.- Ignora la evidencia de que precisamente la fe ha sido baluarte de paz, esperanza, y fuerza incluso en circunstancias extremadamente difíciles. Como protestantes ponemos los ejemplos de Abraham Lincoln, Martin Luther King y -en España- la reciente actuación del pastor evangélico gotano Juan José Cortés, padre de Mariluz. En el campo católico no podemos dejar de citar a Teresa de Calcuta.

C.- La campaña para fomentar la ausencia de Dios lo que ha conseguido es que Dios se ponga de moda y sea centro de interés en el debate público.

baronrampante@hotmail.es

PD: y, a todo esto... ¿qué opina el Arzobispado de Madrid? ¿Publicará una nota, como ha hecho el cardenal Sistach, o mantendrá el silencio al que nos tiene acostumbrados?
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