El próximo fin de semana, la cúpula de los lefebvrianos se reúne en Albano (sur de Italia) para debatir si aprueban el "preámbulo doctrinal" exigido por el Vaticano para restablecer su plena unidad con Roma. El citado preámbulo, como ya apuntamos, es un acuerdo de mínimos, que no exige literalmente la aceptación total y sin fisuras del Concilio Vaticano II y sus resoluciones, aunque sí el respeto absoluto a la figura papal. Un escrito elaborado para que los lefebvrianos lo acepten.

Y, sin embargo, aunque acabarán haciéndolo, la Fraternidad de San Pío X continúa tensando la cuerda. Su superior, Bernard Fellay, terminará suscribiendo el acuerdo con Roma, mas todavía, incluso en reuniones privadas, mantiene su negativa expresa al diálogo interreligioso y las misas en lengua vernácula. Y quiere presentar el "preámbulo doctrinal" como una victoria contra la "Iglesia progresista". Lo cual, por otro lado, no deja de encerrar cierta verdad.

Probablemente, a mediados de mes podamos asistir a la visualización formal del final del cisma. Otra cosa será la realidad. Pues una vez los lefebvrianos tengan su oficialidad asegurada, y su prelatura personal (o la solución que finalmente se adopte), seguirán campando a sus anchas. Y trabajando por la contra-reforma, pero esta vez desde dentro.

PD: estamos teniendo problemas con el sistema, que esperamos solucionar a la mayor brevedad posible. Puede ocurrir que a lo largo de este fin de semana no se refresque demasiado la portada. Nuestros técnicos trabajan para conseguir la plena normalidad cuanto antes.

baronrampante@hotmail.es