Los "paletos" de don Braulio

Vivimos en un país en el que, lamentablemente, cada vez es más difícil aplicar matices a las ideas clave con las que funcionar. Tenemos puestos las gafas en modo monocolor, y la realidad es blanca o negra según el lugar que ocupes, las responsabilidades que tengas, aquello en lo que creas o las obediencias que hayas de cumplir. Algo similar está pasando en torno a la JMJ y a las críticas que surgen sobre la visita del Papa y el coste que ello tendrá para las arcas públicas. No vamos a entrar a desarrollar conceptos, que hace mucho calor y no es plan de aburrir al personal, pero declaraciones como las del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, nos colocan de lleno en la teoría del "conmigo o contra mí", que tanto abunda en nuestra Iglesia.

Don Braulio llama "paletos" a los que critican la JMJ, y dice que estamos haciendo el ridículo mundial. En lo segundo, puede que tenga razón: no hay un país como el nuestro en el que la crítica sea tan acerada, y las alabanzas tan desproporcionadas. En lo primero, tal vez, habría que tener un matiz inclusivo. Pues las paletadas se están dando por todas partes. Y, entretanto, porque nobleza obliga, la organización de la JMJ está haciendo su trabajo de forma ejemplar.

Estaremos, o no, de acuerdo con muchas de las cosas que se ha hecho (más o menos frikis para un servidor, que también tiene derecho a mostrar su opinión), pero nadie podrá dudar de su profesionalidad y buen hacer. Si la JMJ es un éxito -al menos un éxito de personal, limpieza y organización- será debido a ese magnífico equipo. Frente a las paletadas de uno y otro signo, el buen hacer. Y un valium para los maximalistas.

baronrampante@hotmail.es
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