Dios hoy



(Cont., viene del día 20)

Animal Teológico

Aristóteles definió al hombre como "animal político", pero debería traducirse como "animal social", o, quizá mejor todavía,como "animal sociable. Podemos definir al hombre asimismo como "animal teológico.

Todo ser humano desde su infancia es un experto teólogo que juega al juego tan humano/inhumano de tener razón: si Dios es así o asá, si Dios existe o no existe, si Dios es uno o/y trino, si el Espíritu Santo procede del Padre o del Padre y del Hijo. No se trata solamente de un juego desapasionado de ideas científicas. Todo juego, tanto el juego del mus, el de la Guerra del Golfo o el juego teológico, es un juego emocional, movido por los resortes emocionales del ordenador cerebral.

En un concilio católico, los padres conciliares, al entrar en el debate de la cuestión del Filioque(y- del- Hijo, es decir, si el Espíritu Santo procede solo del Padre o también del Padre y del Hijo) se tiraron de las barbas y se zurraron con sus mitras. El juego teoloógico es apasionado y apasionante.

Pero no sólo entre padres conciliares de una iglesia cristiana. También los Darwin, los Marx, los Einstein, hoy los Penrose, los Richardawkins y los Stephenhawkings juegan a este juego moderno, postmoderno, medieval y multisecular. Ya en el título mismo de un libro de uno de los científicos de moda, catedrático de la Universidad de Oxfor(el Vaticano de la República del Conocimiento).

Richard Dawkins, el Relojero Ciego nos muestra y demuestra que este científico juega al viejo y nuevo juego metafísico y teológico de si hay un relojero que haya fabricado el reloj del Universo, o si este reloj se ha fabricado solito por puro azar.

En lo que a mí concierne, cuantas más vueltas doy a este asunto, menos puedo comprender que exista este reloj y que no tenga relojero.

Richard Dawkins vino a Pamplona a dar una conferencia sobre su libro recien publicado por Labor, El Relojero Ciego. Después de cenar le cité esa cuarteta de Voltaire, el gran pontífice de la iglesia cínica gala. Richard Dawkins me pidió le escribiera esta cuarteta en una servilleta. Los modernos descubrimientos han convecido a Richard Dawkins y a cualquier científico medianamente enterado de que el Universo es un relog de precisión suiza, en el que todas las piezas están claramente diseñadas por algún extraordinario ingeniero.

Una vez preguntaron a Voltaire a ver si creía en los milagros. Respondió: "si, porque acabo de ver un ratón. Un ratón es un milagro. Richar Dawkins se extasía ante el milagro de ingeniería de un rat penat, un murciélago. El muerciélago no sería, tal vez, el animal elegido en un muestreo como muestra de la grandeza del Creador. Tal vez el sentido común eligiera un ruiseñor, una paloma, un cisne. Pero Richar se queda científicamente boquiabierto ante la navegación rápida de este animal ciego.

"Estos murciélagos son como aviones espía en miniatura, repletos de instrumentos sofisticados. Sus cerebros son paquetes de electrónica mágica miniaturizada, delicadamente sintronizada, programada por el complejo software necesario para codificar un mundo de ecos en tiempo real. Sus caras están con frecuencia distorsionadas en forma de gárgolas y nos parecen feas hasta que nos damos cuenta para lo que son: instrumentos diseñados de forma exquisita para emitir ultrasonidos en la dirección deseada

Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL
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