Ecoteología-19
El Bien Común de la Humanidad
y de la Tierra
Declaración universal ante la Asamblea General
de la ONU
5. El Bien común o los Intereses comunes y Valores intrínsecos de la Comunidad Mundial
(Cont., viene del día 26 de abril)
El bien de los SABERES. Pertenecen al Bien Común también los distintos saberes acumulados por los pueblos y por la investigación humana, especialmente la tecnociencia y la nanotecnología.
Ésta propicia la creación de nanopartículas que pueden salvaguardar y potenciar la vida como aquellas que se replican y pueden aniquilar todo tipo de vida, lo que demanda especial de cuidado por parte de la sociedad mundial y de los poderes públicos.
El bien de la HUMANIDAD COMO UN TODO. El gran Bien Común de la Humanidad y de la Tierra es la misma Humanidad como un todo. Es un valor intrínseco único en todo. Es un valor intrínseco único y un fin en sí mismo. Pertenece al reino de la vida, marcada por alta complejidad, capaz de conciencia, sensibilidad, inteligencia, fantasia creadora, amor y apertura al Todo.
Tiene raíces cósmicas, biológicas, culturales y espirituales y se presenta como un proyeccto infinito. Testimonia la clara percepción de ser portadora de una de una inviolable dignidad. Nunca está terminada y por esto se encuentra siempre en construcción. Puede intervenir en los procesos naturales, moldear su historia e interrogarse sobre su destino y del Universo. Cometen crimen contra la dignidad de la Tierra quienes destruyen las condiciones de su vida y reproducción.
El bien del SER HUMANO. El ser humano es el único ser hablante. Ha creado expresiones de sí mismo por las muchas lenguas, en la técnica, en el ire, en la música, en el pensamiento, en los muchos saberes, en innumerables monumentos, en las más diferentes formas de convivencia social y política y en las religiones.
Todas estas expresiones pertenecen al Patrimonio Común de la Humanidad. Cometen crimen contra la dignidad de la Tierra los que hacen guerras y construyen una máquina de muerte que puede eliminar de la faz de la Tierra la vida humana y dañar profundamente toda comunidad de vida.
Ver: L. Boff, Los esencial del Evangelio
Lo nuevo de la Ecoteología
Ed Nueva Utopía 2011