Ecoteología 18
Aportación de la teología de la liberación
(Cont., viene del día 4)
La sociedad mundial que vamos a construir solamente será humanizadora y tendrá la dignidad de los humanos, si es construida desde la perspectiva de los pobres, que son la mayoría.
Se pensaba en una sociedad sobre los estratos medios mundiales y desde ahí hemos construido, djando dos tercios de la humanidad fuera. Parece claro, pues, que el pobre es el único lugar que confiere una universalidad histórica conreta al programa político, al religioso y al programa de la realización del deseo fundamental del ser humano de ser hombre hermano de otro hombre y no el hombre y mujer lobo de otros hombres y otras mujeres.
En este sentido se ve que la Teología de la Liberación ha crecido y esta intuición se ha consolidado. Pero esta visión no ha sido asimilada por la Iglesia, ni por la política, ni por el pensamiento universitario, ni por muchos aliados nuestros del primer mundo que nos apoyan, pero que no han descubierto la originalidad de esta intuición de la función política y religiosa de la cunción del pobre en su desarrollo.
Sí se ha dado un avance en la Teología de la Liberación, desde los distintos rostros oprimidos: uan teología femenina de la liberación, una teología de la liberación de los negros que fueron esclavos y que ahora se han mezclado, una teología de liberación de las grandes culturas autóctonas indígenas, una teología de liberación de la tierra, de la mujer marginada en cuanto prostituida
como material de consumo de la máquina capitalista, una teología en diálogo y en polémica con la economía y con el mercado. Y más recientemente una teología ecológica de liberación.
Nos damos cuenta de que los mecanismos sociales y políticos de opresión capitalista contra la personas son los nismos mecanismos que oprimen a la naturaleza; explotan, agotan a la naturaleza. Y el pueblo siente que hay una relación de hermandad entre el animal que sufre y el campesino que sufre, el indígena; se sienten hermanos porque saben por intuición que es la misma fuente de opresión, la misma mentalidad, la misma práctica la que oprime a la naturaleza y a ellos. Y queremos liberarnos juntos en la dirección de una gran democracia.
Ver: L. Boff, Lo esencial del Evangelio
Lo nuevo de la Ecoteología
Ed Nueva Utopía 2011