Fotografía de Bonhoeffer

en la portada del libro

Cristianismo y Secularidad

Francisco Margallo Bazago





Capítulo Octavo





La división de clases rompe la unidad de Dios



2. Cristología liberadora latinoamericana



Aunque la afirmación del teólogo italiano Giuseppe Vaccari, "si el hombre no es liberado, Cristo no ha resucitado", pueda resultar estridente, Jon Sobrino afirma sin vacilación que en América Latina la fe en Cristo se ha mantenido siempre sin discusiones cristológicas importantes.



Se han aceptado sin dificultad los dogmas en los que se resaltaba más su divinidad que su humanidad y que acentuaban más el significado salvífico individual y trascendente que el histórico. No obstante, la religiosidad popular ha sabido recuperar su humanidad a través del Cristo sufriente. Este fenómeno de la piedad latinoamericana, a que se refiere Sobrino, tiene mucha similitud con la doctrina del concilio de Calcedonia que decía: quien no confiesa la humanidad de Cristo no puede confesar adecuadamente su divinidad.



Ciertamente la Conferencia de Medellín significó un cambio importante, al introducir una nueva concepción de Cristo en la pastoral y en la teología. Sin elaborar una cristología hizo afirmaciones sobre Cristo que repercutieron en la elaboración posterior de la cristología latinoamericana. Pero lo decisivo ha sido la introducción de la salvación histórica en la soteriología (salvación) cristiana. La humnidad de Cristo se reconoce particularmente en América Latina por su relación con los pobres y con la pobreza. Así lo expresaba la Conferencia de Medellín: Cristo nuestro Salvador no sólo amó a los pobres, sino que... vivió en la pobreza, centró su misión en el anuncio a los pobres de su liberación y fundó su Iglesia como signo de esa pobreza entre los hombres (Pobreza de la Iglesia nº 7.)



Pero el tema de la presencia de Cristo en los pobres lo trata Medellín más como negación de Cristo que como positivo acceso a él: cuando se peca contra el pobre, se le margina y oprime, "hay un rechazo del don de la paz del Señor; más aún, un rechazo del Señor mismo". (Mt 25, 31-46) (Paz nº 14).



De ahí que en América Latina se esté presentando a Cristo no sólo como quien mueve a la liberación, sino como norma de la práctica liberadora y prototipo del hombre nuevo que se busca con la liberación. Él es la norma a seguir por la liberación; eso es lo que se quiere significar con el título de Jesucristo el Liberador.



De modo que la cristología latinoamericana naciente no surge para apaciguar las dudas sobre Cristo, sino como respuesta indignada a la manipulación y al uso indebido que se ha hecho de él para justificar la situación de los pobres y mantenerlos resignados. Esto muestra el interés que tiene la persona del Jesús histórico en los inicios de la cristología liberadora latinoamericana .



Esta importancia que J. Sobrino atribuye al Jesús histórico para la cristolgía en América Latina, Julio Loís la hace extensiva a toda la cristología, porque el Jesús histórico que muestra la cristología de la liberación es el aspecto de la realidad totalizante de Cristo que mejor permite el acceso al Cristo total del Nuevo Testamento. La vida histórica de Jesús, tal como se refleja en él, se sustenta sobre dos realidades: Dios y su reino. Y las dos están tan unidas que no se pueden entender la una sin la otra.



Para Jesús, Dios es siempre el Dios del reino y viceversa. A través de ellas la cristología actual se propone clarificar quién es Jesús anunciador y servidor del reino y cómo es el Dios de Jesús y del reino. En definitiva, la cristología ha de tener en sí misma una función práxica liberadora tras los pasos de Jesús, con capacidad para contribuir a la liberación de todos los los pobres de la tierra. La cristología ha de mostrar su verdad a través de esa paxis, de ahí que no deba limitarse a ser teórica y conceptual, sino práxica y vivencial.



Todo esto tiene mucho que ver con la reconposición de la unidad de Dios que la división de clases sociales rompió. De ello vamos a seguir profundizando el próximo martes.



Bibliografía

J. Sobrino, Jesús en América Latina. Su significado para la fe y la cristología, Sal Terrae 1995; E Käsemann, La llamada de la libertad, Sígueme 1965.

J. Lois, "Cristología en la teología de la liberación", en Ignacio Ellacuría-J. Sobrino, Mysterium liberationis. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación I Trotta Madrid 1994



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Cristianismo y Secularidad

Manual de Nueva Teología Política Europea

Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia 2007

Por Francisco Margallo bazago

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