Al acecho del Reino 14-7-12


Pedro Casaldáliga



Religión y revolución

Necesariamente políticos,
evangélicamente revolucionarios

(Cont.,viene del día 1)

Un marxista no deja de ser, ante todo, una persona, aun siéndolo en sociedad. La muerte no deja de ser la pregunta más exigente de la vida, también para un marxista.

Yendo hacia Nicaragua, me encontré, en el aeropuerto de Panamá, con el patriarca Prestes. Aunque nos veíamos por primera vez, nos abrazamos como viejos amigos. El, al despedirnos, me dijo: "Don Pedro, su cristianismo y mi comunismo son la misma cosa".

Evidentemente que sí y evidentemente que no, podía haberle contestado a Prestes. Sí, porque su comunismo y mi cristianismo son la causa de toda una vida, voluntad y compromiso de servir ambos al Pueblo y de transformar radicalmente la sociedad. No, porque mi cristianismo, además de ser una causa y compromiso, es revelación y gracia. Puedo caminar con Marx, como compañero, pero "el Camino", para mí, es Jesucristo.

3. La Iglesia ha sido acusada durante siglos de ser una institución totalitaria; acusación que hoy se hace más bien al Comunismo. ¿Cómo ambos pueden caminar en sentido democrático?

_El teólogo de la liberación, Gustavo Gutierrez, sugiere,
como la mejor manera de contestar críticamente ciertos socialismos históricos, coger en las manos los libros de Marx. Marx no pretendió engendrar dictaduras.
La mejor manera de contestar los totalitarismos de la Iglesia también es con el Evangelio de Jesús en la mano

-Frente a cualquier totalitarismo hay que estimular la participación efectiva del Pueblo en la gestación del Estado y en sus funciones, en la vida de la Iglesia y en sus ministerios. Como pretendemos un socialismo de rostro humano, queremos también una Iglesia con aire popular(Yo no pido que la Iglesia sea una democracia, exijo que sea más: ¡una comunidad fraterna!).

Si la justicia en toda sociedad es el primer mandamiento, la libertad es el segundo, semejante al primero.

Descentralizar el poder del partido y de las curias. Hacer de la opinión pública, también en la Iglesia, clima normal de convivencia. Tornar la autoridad servicio. Crear mecanismos que controlen el poder del estado y que
mantengan evangélicas estructuras eclesiásticas.

Ver: P. Casaldáliga,
Al acecho del Reino
Nueva Utopía 1989
Ver también mi libro:


Los interesados me pueden llamar al tf. 91 534 27 65. o escribir a: fmargalloba@hotmail.com
También lo pueden pedir por internet en este enlace: http://www.bubok.es/libros/215021/Teologia-de-JOrtega-y-Gasset-Evolucion-del-Cristianismo

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