En el post de ayer se ha planteado el tema de Job, que es el tema del sufrimiento del hombre y de la posible respuesta de Dios. En el autobús de la vida va escrita una pregunta: «Los hombres sufren ¿Qué hace Dios?».

Esta es la pregunta que se hacia Job, un hombre de la Biblia, hace más de dos mil años. Algunos afirman que Dios respondió precisamente en el libro llamado de Job, y que su respuesta sigue siendo verdadera… Muchos añaden que Dios no pudo responder en un libro, por más sabio que fuera (pues los libros no son la respuesta), sino que tuvo que hacerlo subiendo al autobús de la vida (de la guerra de Gaza), para estar con aquellos que sufren. Otros piensan, en fin, que no hay respuesta alguna, pues los hombres siguen muriendo y no son felices, en Gaza y en Groenlandia (A. Camus). Sea como fuere, todo parece muy ridículo, si no fuera trágico: los hombres mueren, siguen sufriendo, se hacen sufrir… y los otros montamos una guerra de autobuses y gozamos con el espectáculo. Evidentemente, no puedo resolver el tema, pero puedo plantea algunas cuestiones, siguiendo el hilo del post de ayer… ¿Que pensaría Job de la guerra de Gaza y de la otra guerra de autobuses?

Ariel decía: «El valor doctrinal del libro de Job había sido superado, pues este libro fue escrito cuatrocientos años antes de la venida de Cristo, y su autor no conocía las novedosas enseñanzas de Jesús respecto del sufrimiento…». Eso significaba que para los cristianos, las formulaciones de Job no eran suficientes….

La Sagrada Congregación de la Fe de Roma le hizo decir a Ariel: «Sin embargo, esto no coincide con las enseñanzas de la Iglesia Católica de que, con la aparición del Nuevo Testamento, el valor doctrinal del libro de Job.. no fue superado». Los de Roma pensaban, por tanto, que Job tenía razón y que su libro respondía a las preguntas del Autobús.

La respuesta del libro de Job….. es misteriosa y múltiple… Un hombre sufre y le pregunta a Dios por qué… Dios le responde de dos formas fundamentales. (a) Como el padre que no sabe responder al niño que le hace una sabia pregunta, como el padre que se enfada y le dice simplemente al niño ¡cállate, que tú no sabes! Evidentemente, esta no es respuesta. (b) Como el padre que responde al niño dándole un juguete (es decir, curando su enfermedad, dándole una buena mujer, con siete hijos buenos y tres hijas mejores…). Evidentemente, este Dios que tapa la boca al niño no responde… pues millones de niños no tienen juguetes, ni salud… ni pueden casarse y tener siete niños bueno y tres niñas buenas…

A pesar de eso, el libro de Job es "bueno" y está muy bien que esté en la Biblia. Es un libro muy bueno, que plantea preguntas a las que no puede responder… Es un libro genial, uno de los diez mejores libros de la historia humana… pero al tema del sufrimiento no se responde con libros, ni con decretos de la Congregación de la Fe… Quizá al tema del sufrimiento se responde acompañando a los que sufren y haciendo que todos podamos ser más felices.

Respuesta a Job. Asé se titula uno de los libros mejores del siglo XX, escrito por C. G. Jung (Antwort auf Hiob). Jung supone que el Dios de Job quedó impresionado por las preguntas de su “querido” sufriente, de manera que para responderlas no tuvo más remedio que entrar en el autobús… es decir, encarnarse en el dolor de la historia. Dejó de responder con palabras y teorías… tapando la boca al niño-hombre sufriente… Dejó de escribir libros y de dar respuestas de Congregaciones de la Fe… y se hizo hombre, para vivir con los que sufren, para sufrir con los que más sufren, para morir con ellos… pero después de haberles acompañado ayudándoles en la vida (enseñando, curando, animando…). Ese Dios hecho hombre (que es Jesús) no escribió libros, no respondió con teorías: luchó a brazo partido contra el sufrimiento, para así entender a los hombre, para así ayudarles a ser felices, muriendo en el intento, pero no fracasando por ello… Entró en el autobús, está en todos los que sufren y en aquellos que les ayuda. Está es, de alguna forma, en un nivel, la respuesta de Dios a Job, según C. G. Jung (según el cristianismo)

La pregunta sigue…. Seguimos sufriendo, están ahí los que sufren qué hacemos…

Podemos responder fletando autobuses de miles y miles de euros que dicen:
«Probablemente dios no exista. Así que deja de preocuparte y disfruta de la vida». ... Otros pueden responder:
«Dios existe, sé feliz…».
Más y más autobuses, más y más espectáculo de "insensatos" (me refiero a los insensatos/idiotas de la tradición de Anselmo de Aosta... o de otras tradiciones...). Es muy posible que ni unos ni otros respondan, limitándose a hacer propaganda y a gastar dinero inútilmente, un dinero que podían haber dedicado a ayudar a los que sufren… Jesús no fletó autobuses de propaganda, montó en el autobús de los que sufren, para acompañar, entender e incluso ayudar. Ahí estaba Dios para él... Fue un Job que no escribió libros, fue un Dios que no respondió con palabras altisonantes...

Conclusión… Job (con su Dios) tenían las preguntas… pero no tenían las respuestas. Para Jesús, la respuesta es entrar en el autobús del dolor, para acompañar a los que sufren, en camino que sigue estando abierto a la felicidad… ¿Qué os parece? ¿Tuvo sentido su gesto…? ¿Respondió de alguna forma?