2. 1. 13. Roser murió hace un año: Dile que no llevo equipaje
-- Estuve con ella dos veces en Palma de Mallorca, y hablamos de los temas principales de la vida: el amor y la justicia, la liberación de la mujer, la vuelta del Iglesia al Evangelio.
-- Entró cientos de veces en mi blog, para hablar siempre de justicia, al servicio de los pobres, en la línea de la teología de la liberación, buscando la igualdad para las mujeres... Quiso el cambio de la Iglesia, la superación de una jerarquía patriarcal. Lo quiso con con fuerza, a veces con lenguaje duro, siempre con un fondo de respeto.
-- Me llamaba cuando pensaba que era duro su lenguaje... Me decía que dejaba el blog si su presencia molestaba. Le contesté siempre con un gesto fraterno de libertad. Era mayor que yo, pero me trataba en el fondo como si yo fuera mayor.
-- Roser murió hace un años... Desde entonces mi blog tiene las mismas entradas, pero menos comentarios, quizá porque muchos de los lectores prefieren escuchar y acoger la palabra con pasividad. La echamos de menos.
-- Su amigo J. Carlos Enriquez ha escrito hoy dos entradas sobre en su blog. Vaya allí quien quiera saber más:
http://maranathacristoessalvacion.blogspot.com.es/2013/01/en-memoria-de-roser-puig-el-ogino-y-los.html
http://maranathacristoessalvacion.blogspot.com.es/2013/01/roser-puig-un-testimonio-de-fe.html
De esa última postal tomo unas palabras emocionantes:
Roser Puig, Un testimonio de fe.
Todavía tengo guardado uno de sus correos electronicos en donde me dice lo siguiente:
"Te agradezco que ores por mí. Tengo que pedirte un favor: cuando hables con el Padre, dile que yo ya hace meses que estoy esperando en a estación a que pase mi tren. Dile que estoy preparada, con las sandalias calzadas y el bastón de caminante en la mano. Dile que no llevo equipaje, a excepción del cariño de mis amigos y amigas, y de mis hijos e hijas. Dile que estoy cansada y que tengo ganas de descansar porque “tan alta vida espero, que muero porqué no muero”.
Ahora me doy cuenta de su gran valor para enfrentarse a la vida y cómo es posible de vivir una vida heroica sin gritar y sin hacer ruido.
Gracias a Dios porque nos ha dado a Roser Puig
Gracia a J. C. Enríquez por recordarla