La huelga que yo quiero

Ayer hablé de la huelga total, y quizá quedaron ciertos flecos menos claros . Hoy quiero retomar ese motivo y precisar algunos de sus rasgos, en la línea de Is 58, 1-9 (el ayuno que yo quiero es abrir las prisiones injustas, liberar al oprimido, alimentar al hambriento, vestir al desnudo…).

Éstos son algunos de los rasgos de esa huelga creadora que yo quiero, huelga "de" políticos, banqueros, militares, obispos, empresarios etc. etc., huelga para "pasar" de ellos y para construir un orden alternativo que es posible y necesario: social, cultural, humano. Ojo (lo repito), no se trata de que obispos, políticos, banqueros y empresarios etc. hagan huelga, sino de que nosotros (todos) hagamos huelga "de" ellos.

1. Es huelga de políticos. Me han engañado varias veces, y no quiero que lo hagan más. Son una máquina para alcanzar el poder, siento la necesidad de cambiarlos. Paso de ellos y quiero que ellos, los que ahora existen, pasen (desaparezcan); haré lo posible por echarles y para que puedan venir otros, pero que no sean como los anteriores (más de lo mismo), sino expresión de la vida y la verdad del pueblo (¡pues la política es necesaria, y quiero que sea expresión de la bondad de todos,y no de la astucia inepta de algunos).

El último engaño ha sido el de hace unos días. El presidente expone en el Parlamento la necesidad de bajar sueldos, subir iva, ajustar las tuercas a los pobres (¡no a los ricos!), y enciman aplauden (imagen tomada, como la que sigue, de: http://compartirencrisis.wordpress.com/)... y se oye una voz que dice “que se fodan”…; ya lo sé,los que han de foderse pueden ser políticos del otro partido, pero en el fondo, en ese contexto, sólo puede ser todo el pueblo llano, mientras ellos (sus padres) siguen haciendo aeropuertos inútiles para forrarse con sus estatuas (ver imagen). ¡Por mi parte, yo me doy ya por fodido, como en un famoso chiste gallego!

2. Ha de ser huelga de banqueros/financieros. Nos han engañado y robado, y encima les pagamos y re-capitalizamos, para que sigan robando, pues éste parece el “mal menor”; Jesús dijo que eran una “cueva de ladrones” (Mc 11), pero nosotros les seguimos pagando, para que roben aún más. Quiero que hagamos huelga de banqueros, que los echemos, que no puedan cobrar sus sobresueldos millonarios… que nadie les salude en la calle, ni tome con ellos un vino…, hasta que cambien.

Otro sistema monetario es posible, es necesario. Para eso es necesario que cesen todos los dirigentes del orden financiero actual, que bajen a la calle, que vivan como todos, con lo puesto y poco más. Tendremos que encontrar la manera de lograr que el dinero sea “honesto”, de lo contrarios nos destruimos todos. Líderes económicos nuevos necesitamos, habrá que empezar a poner en marcha un orden nuevo, con valentía. No sé cómo se puede crear el nuevo orden económico mundial, hay gente que sabe de ello y que puede hacerlo, con ética y humanismo... porque es evidente que el actual no sirve (y, en línea de evangelio, es pecaminoso).

3. Huelga de militares… Sí, de todos. No necesitamos que nos defiendan con mísiles y bombas, con ejércitos organizados. Ni un duro más a la milicia y a los pactos militares, y a los fabricantes de napalm… No se trata de un invento nuevo, sino de poner en marcha algo que dijo Isaías hace más de dos mil quinientos años (y después Jesús). Lo que pasa es que no creemos en los profetas. Ciertamente, hacen falta unos "policías", hombres o mujeres especializados en en mantener la paz... pero no al servicio de un orden impuesto, sino de la justicia y de los valores humanos (como los policías alemanes que se quitan el gorro y en vez de reprimir la manifestación al servicio de los derechos humanos la encabezan).


Esta huelga del ejército implica inmensa valentía, vivir más a cuerpo, sin querer que nos defiendan con armas, vivir en apertura internacional (que todos los pueblos busquen el mismo ideal de humanidad. Ésta ha de ser una huelga cultural, humana, que nazca desde abajo, en contra de los pequeños terroristas… y en contra de los grandes del terror internacional. Para ello es necesario estar dispuestos incluso a dar la vida, ser valientes (recuperando los valores de la buena milicia, que siempre han existido, pero en otro nivel, no en el nivel de la guerra).

4. Huelga de empresa y trabajo… No se trata de quemar las fábricas o incendiar las mieses, sino de lograr que las mieses sean para el “bien común” (y no para el hambre de muchos y la riqueza de los financieros de los alimentos….). No es una huelga de “no trabajar”, sino de trabajar en fraternidad, compartiendo los beneficios, sabiendo que el mayor capital es el capital humano, la vida de los hombres y mujeres. No quiero matar a los empresarios, sino que surjan buenos empresarios,con otros esquemas humanos, culturales, sociales...

Ésta es la huelga que, de formas algo vergonzantes, están pidiendo los papas católicos desde hace cien años…, una huelga que ponga al trabajador en el centro de la empresa, sabiendo que el mejor producto es la vida de los trabajadores y aquello que posibilita esa vida, en plano afectivo y cultural. No se trata simplemente de que los obreros tomen las fábricas (como quisieron los soviets hace un siglo), ni los campesinos los campos… (como mil veces se ha dicho), pero mandando como antes se mandaba y hacia. Se trata de cambiar el tipo y modo de producción y de cultivo económico, al servicio de los valores de la vida, en creatividad (la ciencia es necesaria), al servicio de todos los hombres, de todos los pueblos.

5. Huelga de obispos… No que los obispos hagan huelga, sino que nosotros, los cristianos de a pie, hagamos huelga de este tipo de obispos que tenemos, que se están ajustando al su propio sistema administrativo, lejos del evangelio. Muchos dicen que es imposible esta huelga, que los obispos están muertos al evangelio, que su templo ha de caer del todo (como decía Jesús de los sacerdotes en Mc 11). Pero yo creo que no es así, que puede y debe haber un tiempo nuevo de evangelio, en huelga creadora.

Ésta no será una huelga en contra de la Iglesia, sino a favor de una Iglesia distinta, en la línea de Jesús, a ras de humanidad, de comunión concreta, de libertad creadora… No se trata de matar a los obispos que hay (¡como se hizo algunas veces!), sino de no obedecerles, buscando alternativas de iglesia, con gran valentía, con evangelio a la mano, con fe compartida, con eucaristía verdadera, para convertir a los obispos que aún puedan convertirse (¡que los hay!), para que surjan algunos mejores. No se trata de que no haya obispos (como quisieron algunos reformadores del siglo XVI), sino de que sean "católicos y cristianos" (como decían en el siglo XIII San Antonio de Padua... un buen cristiano). Para ello es necesario un cambio valiente, cambiarlo todo, pero no para que todo siga igual (como decía Lampedusa), sino para que la Iglesia sea signo fuerte de Evangelio.

6. Huelga de cultura… La cultura se está volviendo ideología al servicio del sistema financiero y de aquellos que la manejan. Las mismas universidades, que nacieron para el servicio universal del conocimiento (del pensamiento, de la salud, de la vida social: Facultades de Filosofía, Medicina, Derecho…) se están volviendo escuelas de instrucción manipulada para la pura ganancia de algunas y la perduración del des/orden establecido.

Necesaria es la investigación y la ciencia, pero al servicio de la humanidad, de la comunión entre todos los pueblos, de la dignidad humana… Huelga significa en este plano romper una cadena de cultura de servidumbre, para que se exprese y se despliegue la cultura en libertad creadora, al servicio de todos los hombres. No se trata de no estudiar, sino de estudiar y aprender de otra manera, cambiando para ello los métodos y formas de vida de los jóvenes de nuestros países.

7. Huelga de comunicación… Estamos viviendo dentro de una sociedad espectáculo, movida por el puro pan y el puro circo…, con medios de información y de diversión al servicio de la mentira ideológica (del sistema) y programas de entontecimiento público, especialmente en los medios vinculados a la televisión.

Huelga sería no ver los programas basura que día a día quieren mal-alimentarnos. Para ello es necesario crear formas alternativas de información, de diálogo y entendimiento (diversión) al servicio de la cultura y de la vida, del gozo y la esperanza… Huelga sería no leer los periódicos que intoxican el país…, para buscar medios alternativos de comunicación. Vivimos inmersos en medio de un mal circo mediático que puede destruirnos. Si no paramos el gran alud de un circo mediático al servicio de la tontería (y de la manipulación) quedaremos en manos de aquello que el sistema financiero que lo maneja quiera hacer de nosotros.

8. Huelga de honradez… Formamos parte de una cultura de pícaros, chulos y aprovechados, que tienden a vivir a costa de los demás. El problema está en que ahora los pícaros y chulos no son unos pobres diablos como Rinconete o Lazarillo, sino los que se hacen los más ricos del país. En contra de eso no hay más remedio que una huelga de honradez social. Esta huelga de honradez ha de ser larga, huelga ético (que a mi juicio puede tener fondos religiosos), al servicio de la humanidad, de la justicia (del bien de todos los pueblos).

Oí ayer un programa de radio donde se decía “si pagas las multas de tráfico… y demás” eres un tonto, porque nosotros te ofrecemos, por 200 euritos al año, una asesoría jurídica que te permitirá evadir multas…. etc. ¡Y todo legal! Un país donde eso se pueda decir y se diga en una emisora de gran audiencia es un país sin remedio. A no ser que cambiemos ¿quién va a creer en nosotros, cómo tendremos crédito por ahí?

9. No es huelga para fastidiarse (¡que se fodan!), sino para gozar, es decir, para holgar. No se trata de un programa de cuaresma para fastidiarnos (ayunar, adelgazar…), sino de un programa de Pascua: Aprender a gozar y gozar con los dones de la vida, con la amistad concreta (el amor entre los hombres y mujeres, la mayor riqueza del mundo), la naturaleza (el gozo del agua y del sol, del paisaje…).

Ha de tratarse de una escuela para aprender a gozar en salud humana, es decir, en normalidad, en cultura, en humanidad
. Ayer ofrecí una foto de la Huelgas Reales de Burgos, un sitio que mucho estimo. Pero allí podían “holgar en vida religiosa” la hijas y parientes de reyes, una alta clase social… Ahora es preciso que todos podamos aprender a holgar, es decir, a desarrollar las diversas formas de belleza de la vida (en clave cultural, familiar, religiosa, social…).

10. Es huelga para los que saben renunciar…No podemos mantener el ideal de un progreso ilimitado, buscando siempre más, queriendo vivir siempre mejor en el plano externo, cada día más dinero, más consumo… Ese ideal es absolutamente falso. Tenemos que aprender a disfrutar con menos, no necesitamos tener siempre más, consumir más cosas… Volver a la moderación, al disfrute de los valores inmediatos de la naturaleza, de la vida cultura, de la amistad, del tiempo libre…

Ésta renuncia es el ayuno necesario para la felicidad. Quien no sepa ayunar, quien no sepa renunciar para bien de los demás, de otros pueblos, de otros grupos humanos, no será nunca feliz. Hemos olvidado el valor clásico de la cultura del “meden agan”, es decir, del nihilo nimis…, de un tipo de “justo medio”. Ésta no es la mediocridad del cobarde, sino la austeridad del sabio, la moderación del que sabe que no se puede lograr todo. La Hybris (querer tenerlo todo) lleva a la destrucción de todos.

11. Es huelga para que los otros sean felices… Ciertamente, es necesaria una dosis fuerte de “amor propio” (sentirme bien, saber que tengo una tarea, un camino…). Pero ese amor propio no puede separarse del amor a los demás: Mi gozo ha de estar, al mismo tiempo, en hacer posible que los otros sean y tengan, en mi casa y en las casas de mis otros, en mi patria y en las patriar de los otros, porque humanamente hablando no hay más “dios” que la Humanidad, el bien de todos (y cristianamente lo mismo).

Para que este bien de los otros sea posible, para que surja y se despliegue una felicidad abierta a los demás es preciso cambiar los estilos de vida y de educación, cambiar el orden de un capitalismo donde el único bien es el dinero.

12. Este programa de huelga exige unos líderes capaces de ponerla en marcha… hombres como Jesús, en quien confiamos los cristianos (hacer hablé de su “huelga”), hombres como Benito, que buscó una nueva cultura campesina… o como Gandhi… y otros miles y miles de líderes humanos. Es una pena que los líderes de esta huelga no sean los “obispos” cristianos (con otros dirigentes religiosos)… Es una inmensa pena. Ellos se lo pierden, y nosotros lo lamentamos.

Ésta es la hora de los nuevos líderes… los líderes de la “huelga” al servicio de un nuevo tipo de capital (riqueza) y de trabajo (de empresa humanizada…), los líderes de una humanidad que sepa renunciar para enriquecer a otros, que sea elevar la cultura en clave de comunicación fraterna. Estamos en una encrucijada histórica. Si no surgen estos nuevos líderes, capaces de guiarnos hacia la nueva humanidad, corremos el riesgo de perdernos.

13. Ésta ha de ser, al fin, la huelga de todos… Ciertamente, hacen falta unos líderes, como acabo de indicar…, pero éste ha de ser un objetivo abierto a todos. El marxismo clásico buscó la “dictadura” de un partido, con la toma de poder de sólo algunos… y acabó fracasando. El sistema actual, dirigido por algunos líderes ocultos de las financias va a fracasar también. Ha de llegar la hora de “todo”, es decir, de un cambio de la “multitud”, como quiso la iglesia católica del principio.

Ésta es una tarea “católica”, es decir, universal. En ella estamos todos, a todos nos atañe.

((Gracias por la atención. Otro día quizá volveré sobre el tema…).
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