13 pasos de iglesia: Contra poder y dinero: Cultura, placer compartido y servicio

El Papa Francisco sigue hablando de "iglesia en salida", y en esa línea avanza la propuesta de F. Ebner, expuesta y actualizada ayer en este blog por J. Puente, en su precioso libro: Un paso Adelante... Cristianismo, cultura y deseo.

Retomando ese motivo, recojo en esta postal trece pasos importantes que el cristianismo actual esta llamado a recorrer, en Vigilia de Adviento. A modo de entorno, presento tres imágenes y con ellas las trece proposiciones que siguen (formuladas a partir del libro de J. Puente):


-- Imagen 1: Sedano, pueblo de origen de J. Puente,con sepulturas altomedievales e iglesia antigua de Santa María, sobre la colina, signo de un milenio de historia occidental cristiana que termina ya y ha de ser trans-figurada.

-- Imagen 2: Portada del libro de J. Puente, con iglesia y pueblo Austria, tierra de Ebner (Maria Alm, cerca de Salzburg que recuerda a Gablitz. Foto de Cosy Verlag), signo de un cristianismo entrañable, pero en parte también ya pasado, propio del siglo XIX, más que del XXI,con "caserío" en torno a la torre de una iglesia vacía (mientras la vida va por otra parte), como sabía ya Ebner.

-- Imagen 3: Signo de una Iglesia de futuro , comunidad de evangelio, en salida al nuevo mar abierto de la nueva humanidad, con la barca de Jesús esperando zarpar en la orilla, y el arco iris de Dios de la vida y la reconciliación tras el diluvio del que debemos liberarnos (Gen 9 y Ap 4, 1-4).

1. Primer paso: superar la violencia
¿Es compatible la fe cristiana con el tráfico de armas y el horror de la guerra, vinculada con un tipo violento de historia cristiana? ¿Es compatible la fe de Jesús con la idolatría del dinero? ¿Cuáles son hoy los referentes básicos en el momento de analizar la autenticidad de los valores culturales y religiosos de nuestra época, en este final del Adviento?

2º Paso: en pobreza fraterna, creadora de riqueza humana
¿Realmente, dan las iglesias testimonio del evangelio del Cristo? ¿Somos en Occidente cristianos de verdad si no ponemos nuestros ojos y nuestro corazón en la pobreza y el sufrimiento de los otros para de esa forma acompañarles? ¿Qué sentido damos a nuestra vida, si no compartimos de verdad la vida de los otros? Recordemos que incluso hoy a los obispos católicos de nuestras democracias occidentales les cuesta renunciar a sus privilegios y aceptar la laicidad, para ofrecer la riqueza del evangelio desde una experiencia de vida compartida..

3. Afirmación del deseo y afectividad
¿Por qué se habla de crisis de valores y de decadencia? ¿Somos capaces de aceptar la vida de todos, como hizo Cristo, empezando desde los más pequeños? ¿Por qué no encendemos deseos de vida más honda en la vida de los hombres y mujeres de nuestro espacio y tiempo? ¿Por qué sigue el negativismo sexual dominando la doctrina sexual de muchas confesiones religiosas? ¿Por qué muchos confunden en nuestra cultura el deseo, la afectividad y la sexualidad con el sometimiento del otro y el consumismo obsesivo del sexo?

4º paso: no hay judío ni griego, ni homo- ni hétero-sexual.
La mujer sigue sin ser considerada una persona en pie de igualdad de derechos con el varón. ¿Qué doctrina y cultura cristiana es ésta que discrimina en razón de su condición sexual (y de vivir de acuerdo con ella) a millones de seres humanos, como pueden ser los homosexuales? A muchos cristianos nos resulta inimaginable que una parte considerable de la Iglesia católica quiera seguir manteniendo una postura de negación en estos temas, de rechazo más que de elevación.

5º paso: Don de Dios, el sentido de la vida
El problema no es el placer homo- o heterosexual, sino el sentido de la (propia) vida y la valoración positiva de la vida de los otros. El homosexual ha de comprender eso también, y si no es así debemos ayudarle a comprenderlo, pues la preocupación fundamental y la tarea de la vida no es gozar del placer, sino “buscarle un sentido a la vida”, en un plano de conocimiento y de comunicación personal. El sexo bien entendido es un don de Dios si sabemos integrarlo en una relación justa con nuestros prójimos y en un proyecto de vida que nos haga crecer como personas.

6º paso. Que la iglesia bendiga el amor responsable.
La Iglesia debería bendecir todo tipo de amor humano que se despliegue en un contexto social justo y responsable, amor como gozo en compañía y amor como solidaridad activa a favor de todos los pobres personales y sociales, económicos y espirituales, en respeto radical a la persona de los otros. El abuso sexual, en cambio, no es nunca una relación justa, ni es amor, sino posesión. El abuso sexual es siempre una agresión, una injusticia y por eso es además un delito y nunca está éticamente justificado.

7º. Más allá de la letra.
Las lecturas literalistas de los textos y libros básicos de las grandes religiones monoteístas nos vienen iluminando hace milenios, pero muchas veces, entendidos en forma literal, fuera de su contexto originario, no han ayudado al desarrollo apasionado y tierno, razonable y siempre abierto de la fe religiosa, compatible con la laicidad, la democracia y la visión científica del mundo. Una lectura abierta, en espíritu, edifica la vida de los hombres y mujeres concretos de la tierra. Por el contrario, un tipo de lectura literalista puede llevar al infantilismo personal y a la dictadura social, dentro de un cristianismo donde la Iglesia como institución jerárquica y piramidal era una piedra fundamental de la Cristiandad dominadora.



8º paso: Más allá del puro cálculo de poder
Dentro de esa cristiandad dominadora importaba el poder religioso, entendido como principio de "dominación" de las conciencias... Muchos pensaban que ayudar a los hombres eran someternos bajo el poder de unas normas sociales y personales. En esa línea, un tipo de religión ha entrado en conflicto con los logros de la Ilustración y con las doctrinas de los derechos humanos que, por otra parte, tanto deben al cristianismo. ¿Era evangélico calcularlo todo en función de logros temporales, en función de la influencia, del poder y de la propia supervivencia como iglesias y como instituciones eclesiales?


9º paso. No es cuestión de dinero

¿No era ya hora de poner orden en las finanzas de la Iglesia y en los contradictorios estilos de vida de algunos miembros dominantes de las estructuras eclesiales, en las cuales se podía y se puede citar el mismo Vaticano como "estado" espiritual? La capa magna de los cardenales no es más que un símbolo de un pasado de vanidad religiosa, pero aún así debe pasar de modo definitivo a un museo. Es probable que más tarde se ponga en cuestión el mismo Cardenalato en línea de poder religioso, y que se vea la necesidad de redefinir y simplificar todos los ministerios de la Iglesia, en línea de presencia directa y de servicio inmediato a los hombres.

10º paso: Sexo amoroso contra consumismo porno
Es posible que el neo-liberalismo lleve consigo la desaparición del eros que es sustituido por el obsesivo consumismo del porno, en un mundo donde se insiste en el yo y donde el otro ya no es importante. Pero no es manteniendo una visión negativa del sexo como las confesiones religiosas van a ayudar a que el hombre encuentre un sentido a su vida más allá de doctrinas sectarias y fanáticas y de pérdidas de libertades esenciales para el hombre y para la mujer, también en el campo de la sexualidad, como vemos en el Islam y en otras religiones.


11º. Cambio de dirección en la doctrina.

No es sólo cuestión de lenguaje, sino de doctrina. Es hora de cambiar de dirección, de desandar caminos, como ese concepto biológico de naturaleza, para dar un paso adelante. Es hora de que las Iglesias cristianas abandonen supuestos equivocados y ofrezcan una visión positiva y equilibrada de la sexualidad y de la vida concreta, atendiendo a las ciencias antropológicas, y liberando las mentes de los creyentes de sentimientos de culpa y de vergüenza, apelando para ello al evangelio, es decir, al principio del amor como experiencia de reconocimiento, de gozo compartido y de servicio a los más pobres.


Paso 12º. Frente al riesgo de algunos llamados cristianos.
¿Qué hacen esos grupos cristianos repartiéndose influencias en bancos y universidades? ¿Qué necesidad hay de agruparse en torno a carismas especiales, más allá de la común adhesión al mensaje cristiano, para dedicarse a la bolsa, a enseñar ciencias empresariales o dirección de empresas? ¿Qué cultura cristiana es la que promueven? ¿Ycómo apostamos en la sociedad por la dignidad de la persona y los derechos humanos, en concreto el derecho a la libertad de expresión, si censuramos o prohibimos la publicación de libros a nuestros teólogos?

Paso 13. Contra un exceso pseudo-religioso.
Habrá que dar aquí también una paso adelante desde la fuente, desde el Evangelio y su mensaje de salvación y del reino de Dios, para abandonar una religión con excesos ritualistas y doctrinarios y abrazar una fe del culto a Dios en el servicio a los necesitados y en el compromiso sociopolítico por un mundo más fraterno. ¿No van en cierto modo en esa dirección muchas de las inquietudes de las nuevas generaciones en estos últimos años? Lo antiguo no les vale. Buscan un hombre nuevo (varón y mujer), una sociedad distinta, un modo diferente de gestionar los asuntos públicos.

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