VII SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/26-05-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Mc 10,13-16
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
COMENTARIO:
Celebramos el VII Sábado del Tiempo Ordinario. Decía Madre Teresa de Calcuta que “el fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
En el Evangelio de este VII Sábado del Tiempo Ordinario, leemos el Evangelio de San Marcos (Mc 10,13-16). Jesús acoge a los niños que les llevan para que los tocara. Frente a las riñas y quejas de los discípulos, Jesús advierte: "Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el Reino de Dios es de quienes son como ellos".
¡Necesitamos aprender y acoger el Reino de Dios como un niño con confianza, sencillez y entrega!
Danos, Señor mío, corazón de niño para confiar en tu proyecto y sorprendernos de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
Pedimos, Dios mío, por todos los niños que son explotados, perseguidos, asesinados y son víctimas del hambre y la guerra. Amén.
