VII VIERNES DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/25-05-2018
VII VIERNES DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/25-05-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Mc 10,1-12
En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." D
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
COMENTARIO:
Celebramos el VII Viernes del Tiempo Ordinario. La Virgen María sobresale entre todas las mujeres y es la "parte mayor, la parte mejor, la parte principal y más selecta" de la Iglesia. Ella nos presenta al Espíritu del Señor como el auténtico artífice de la vida cristiana y de la Iglesia.
En el Evangelio de este VII Viernes del Tiempo Ordinario, leemos el Evangelio de San Marcos (Mc 10,1-12). Los fariseos quieren comprometer a Jesús con una pregunta sobre el divorcio. Y Jesús recuerda que en la nueva perspectiva del Reino de Dios, el matrimonio recupera su verdadero sentido: el matrimonio es una unión total y definitiva en clima de amor e indisolubilidad.
Recemos al Padre con la confianza de María y pedimos insistentemente por todos los matrimonios y todas las familias.
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Mc 10,1-12
En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." D
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
COMENTARIO:
Celebramos el VII Viernes del Tiempo Ordinario. La Virgen María sobresale entre todas las mujeres y es la "parte mayor, la parte mejor, la parte principal y más selecta" de la Iglesia. Ella nos presenta al Espíritu del Señor como el auténtico artífice de la vida cristiana y de la Iglesia.
En el Evangelio de este VII Viernes del Tiempo Ordinario, leemos el Evangelio de San Marcos (Mc 10,1-12). Los fariseos quieren comprometer a Jesús con una pregunta sobre el divorcio. Y Jesús recuerda que en la nueva perspectiva del Reino de Dios, el matrimonio recupera su verdadero sentido: el matrimonio es una unión total y definitiva en clima de amor e indisolubilidad.
Recemos al Padre con la confianza de María y pedimos insistentemente por todos los matrimonios y todas las familias.
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