¿Cómo te preparas para el nacimiento del Niño Dios? Historias de Adviento y Navidad para compartir

(Jesús Bastante).- Arranca el Adviento. El tiempo de espera, de preparación, de esperanza ante la llegada de Jesús, del Dios que se hace hombre para que el hombre pueda alcanzar la divinidad, la salvación. Nacerá entre pajas, en un pesebre, entre los más pobres, aunque su destino será reinar. Más allá de unas fiestas familiares, del consumismo, los regalos, el significado del Adviento es fundamental para entender la Historia de la Salvación.

¿Cómo nos preparamos para el nacimiento del Niño Dios? Unos tratan de participar en ejercicios espirituales, otros acuden a la Eucaristía y, cada vez más, muchos buscan en los comentarios al Evangelio (Desclée, Claretianas, Edibesa, San Pablo...) una palabra de fuerza, alerta y vigilancia para que el mayor acontecimiento de la Historia de la Humanidad no pase sin pena ni gloria. Cristo nace cada día, y en demasiadas ocasiones -en Madrid, Congo, Nueva York, entre los ricos y también entre los desheredados de la Tierra- los creyentes nos empeñamos en matarlo, la mayoría de las ocasiones sin querer darnos cuenta. En mitad de la crisis, Cristo sigue naciendo en cada uno de nosotros. Y hay que estar preparados.

Una de las iniciativas más novedosas de este año corre a cargo de la Acción Católica Juvenil de Madrid, que han lanzado "La conspiración de Adviento", una idea para "redescrubrir la Navidad y volver a su sentido original, dejando de lado las horteradas y el consumismo desenfrenado que parece caracterizar las ‘fiestas de invierno'".

A través de vídeos, comentarios y análisis, divertidos, ingeniosos y solidarios, la "conspiración" de Adviento es otra forma de preparar para vivir, de forma auténtica, el nacimiento de Jesús.

Otras iniciativas, como las del grupo "Eucaristía" y la editorial Verbo Divino, a través de quierover.org, nos acercan a una realidad social y humana, la de la pobreza, el compartir, la cercanía... muy presentes en estas fechas.

Y es que el Adviento ha sido probablemente el tiempo litúrgico más desconocido por los fieles a lo largo de la historia. De hecho, su origen y significado son oscuros, y sólo a partir de la Vulgata (siglo IV) se hablaba de "adventus" como la venida del Hijo de Dios al mundo, en su doble dimensión de advenimiento en la carne -encarnación- y advenimiento glorioso -parusía-. Fueron las Galias e Hispania los primeros territorios donde se sintió el deseo de consagrar algunos días a preparar la Navidad y la Epifanía. De hecho, fue el Concilio de Zaragoza del año 380 el que declaró que "durante veintiún días, a partir de las XVI calendas de enero (17 de diciembre), no está permitido a nadie ausentarse de la iglesia, sino que debe acudir a ella cotidianamente".

Sin embargo, las primeras noticias acerca de la celebración del tiempo litúrgico del Adviento, se encuentran a mediados del siglo VI, en la iglesia de Roma. Según parece, este Adviento romano comprendía al principio seis semanas, aunque muy pronto -durante el pontificado de Gregorio Magno (590-604)- se redujo a las cuatro actuales.

El Calendario Romano actualmente en vigor conserva la doble dimensión teológica que constituye al Adviento en un tiempo de esperanza gozosa: "el tiempo de Adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas dos razones el Adviento se nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y alegre" (Calendario Romano, Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario, 39).

¿Y tú? ¿Cómo vives el Adviento? ¿Cómo te preparas para el nacimiento del Niño Dios? Cuéntanos tus experiencias, actitudes y modos de actuar.

¿Qué le pides al Adviento? ¿Qué esperas de la Navidad? ¿Qué te sugiren sus personajes? ¿Qué nos siguen diciendo hoy?

Historias del belén de tu pueblo o ciudad, evocaciones ante el pesebre, villancicos o peticiones a los Reyes Magos.

Signos de esperanza, ejemplos de amor y solidaridad, personas de fe.

Mándanos tus historias en forma de artículo, relato, video, dibujo, viñeta o foto.

Y las iremos publicando.

Para enriquecernos unos a otros. Y vivir el auténtico espíritu del 'Dios con nosotros'.

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