El Rey pide al Apóstol ayuda para "resolver cuanto antes la grave crisis" y erradicar la "barbarie terrorista" Julián Barrio: "El cristiano ha de interpretar su vida en clave de servicio"

Esperanza, servicio y compromiso son tres palabras que pueden resumir la homilía del Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en la Solemnidad del Apóstol en este Año Santo Compostelano 2010. Tras la Ofrenda Nacional realizada por El Rey de España, Juan Carlos I, Barrio vertebró sus palabras en cuatro ideas: el sentido de nuestra existencia, la necesidad de Dios por parte del hombre, la vida como servicio y el compromiso cristiano.

Citando la Encíclica Spe Salvi de Benedicto XVI, el arzobispo de Santiago recordó que "el hombre del tercer milenio desea una vida auténtica y plena, tiene necesidad de verdad, de libertad profunda, de amor gratuito". En su homilía, indica que "el respeto por la dignidad de la persona ha de ser la norma inspiradora de todo auténtico progreso social, económico, cultural y científico. Los desafíos de nuestra época están ciertamente por encima de las capacidades humanas: lo están los desafíos históricos y sociales, y con mayor razón los espirituales". Barrio estuvo acompañado en el altar por el cardenal Amigo y el arzobispo emérito castrense Estepa.

Como también hizo Su Majestad El Rey, el Arzobispo de Santiago tuvo presente la crisis actual que sufre la sociedad española: "Con Cristo podemos afrontarlos (los desafíos), animando una profunda renovación cultural cristiana y recuperando los valores esenciales como la austeridad, el esfuerzo y la solidaridad sin olvidar la caridad, principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad, para ofrecer a todos la esperanza de un mañana mejor y digno del hombre sobre todo en estos momentos no fáciles".

Ante una gran multitud de peregrinos, Barrio explicó que el hombre tiene necesidad de Dios y que no hay lugar para el conflicto entre la ley divina y la libertad humana, porque para el prelado, como indicaba el teólogo Olegario González de Cardedal en su hombre La gloria del hombre, "la libertad recibida de Cristo y el servicio debido al prójimo son los fundamentos de la moral cristiana". También el Arzobispo recordó las palabras de Benedicto XVI en las que indica que el mayor daño para la Iglesia lo constituye la vida poco cristiana de algunos de sus miembros.

Asimismo, otras claves de la homilía son: la vida como servicio y el compromiso cristiano: "El cristiano ha de interpretar su vida en clave de servicio, sabiendo que servir a los demás configura su manera de ser, y que necesita amar lo que ha de hacer". Para el Arzobispo Compostelano, "el individualismo infiltrado en la conducta y relaciones sociales, inspira con frecuencia actitudes de vida insolidarias. Perdidos en el anonimato de un mundo sin hogar, nos es difícil mirar desde Dios a los demás. Sólo el espíritu de renuncia gratuita a todo lo propio nos hermana, porque no nace del heroísmo del fuerte y del que da pero no recibe, sino de la acogida del otro y de la experiencia de la propia debilidad". Y tras descubrir el sentido de nuestra existencia, la necesidad de Dios por parte del hombre y la vida como servicio, el cristiano camina hacia el compromiso, "lleva a ser presencia de la luz de la verdad que nos hace libres y presencia de caridad como transparencia del Maestro en el discípulo".

Barrio también recordó que "hoy la comunidad cristiana tiene que dar razón de la esperanza, pero es llevada también al desierto para ver dónde cifra su confianza. Cuando nos invade el pesimismo y sentimos la tentación de abdicar de nuestras responsabilidades terrenas, no debemos ignorar los imperativos de la fe".

Ya en lengua gallega, el prelado acogió la Ofrenda Nacional, pidió por los Reyes, la Familia Real, todos los pueblos de España e Iberoamérica, pero en especial por el pueblo gallego "para que mantengamos una convivencia solidaria no olvidando nuestras raíces". Pidió por todos los peregrinos, por los gobernantes y por los frutos de la próxima peregrinación a Santiago del Papa, el 6 de noviembre.

Por su parte, el Rey don Juan Carlos ha pedido al Apóstol Santiago, en la Ofrenda Nacional en este Año Santo, ayuda para "superar las dificultades" que afectan a la vida colectiva y "resolver cuanto antes la grave crisis económica" que atraviesa el país, así como para "erradicar el odio, la violencia, y la sinrazón de la barbarie terrorista".

"Te pido que nos ayudes a conservar y mejorar día a día lo mucho que hemos conseguido, así como a promover el diálogo y el consenso, la tolerancia y el respeto mutuo, el amor, la justicia y la equidad para reforzar los pilares de nuestra convivencia y libertad en torno a las reglas y principios que nos hemos querido dar", ha señalado don Juan Carlos, quien ha empleado el gallego en parte de su intervención.

Además, ha resaltado que "es hora de redoblar esfuerzos" para poder "resolver los problemas con la entrega de todos" y "en el marco de la Constitución". "Te pido que fomentes todo aquello que nos une y nos hace más fuerte, que ensancha el afecto entre nuestros ciudadanos, que asegura la solidaridad entre nuestras comunidades autónomas y que hace de España la gran familia unida al tiempo que diversa y plural", ha resaltado su Majestad.

Volver arriba