Si a la Eucaristía no llegan las necesidades y problemas de la gente no es Eucaristía
El Gobierno de España rebaja el 71 % la ayuda a la Cooperación Internacional al Desarrollo
"Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" (lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer). Felipe le conteste "Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo". Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tantos?" Jesús dijo: "Decid a la gente que se siente en el suelo". Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron, sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo le acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: "Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo", Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo".
1.-Reducción drástica de la ayuda a la Cooperación Internacional:
Las gentes siguen a Jesús porque encuentran en El una respuesta a sus necesidades y penurias. En Galilea había muchos enfermos y se pasaba hambre. Si los necesitados de nuestro tiempo no encuentran en los que nos decimos cristianos una respuesta y una solidaridad en nosotros, no somos cristianos. Hoy tenemos medios para dar respuesta a la mayor parte de las necesidades de la humanidad. Y una parte muy importante de los que nos decimos cristianos, habitamos precisamente en los países donde hay más medios para hacerlo, pero en vez de ayudarles vamos a los países pobres a quitarles lo que tienen. "Nuestras" multinacionales van allí a hacerse con sus materias primas de gran valor por precios de miseria, salarios de hambre y llenándolos de contaminación y gran deterioro medioambiental.
Habíamos aprobado ayudarles con el 0,7, pero muchos países no lo cumplieron y otros lo están rebajando mucho, como ahora el gobierno de España, en contra de lo que anteriormente se había aprobado. El Gobierno de España rebaja el 71 % la ayuda a la Cooperación Internacional al Desarrollo: de 834 millones en 2011 a 240 millones de euros en 2012. A la gran mayoría, de cristianos solo nos queda el cascarón: muy guapos por fuera en celebraciones de Primeras Comuniones, de Bodas, de Fiestas Patronales, de misas Pontificales del Papa o de los Obispos en catedrales y basílicas, de Procesiones del Corpus, etc., pero por dentro estamos vacíos. A lo sumo tenemos unos buenos sentimientos hacia los empobrecidos, peno no nos comprometemos con ellos más que con limosnas, sin tomarlos como opción preferencial de nuestro compromiso de fe como lo hizo Jesucristo, luchando contra las estructuras opresoras que los producen.
2.-Ritualismos:
La cena de Pascua de Jesús con los discípulos la entiende cualquiera. Pero las misas de hoy las tenemos tan llenas de ritualismos que tal vez no las entendemos ni los que las celebramos. Fijémonos en una misa del Papa o de los Obispos: salen con una serie de ropajes que nadie sabe para qué son. Luego, quita mitra, pone mitra, coge báculo, deja báculo, quita solideo, lava dedos, inclina la cabeza, levanta manos, baja manos, bendice con tres cruces...
3.-Si a la Eucaristía no llegan las necesidades y problemas de la gente no es Eucaristía:
A Jesús lo que le preocupaba era que la gente tenía hambre, y busca la forma de darles de comer, contando con lo que la gente puede aportar: cinco panes y dos peces. Si a la Eucaristía no llegan las necesidades y problemas de la gente, no tiene sentido celebrarla. Centramos mucho la Eucaristía en la presencia de Jesús y en la Comunión, o tal vez en que nos ayude a superar un problema y ser mejores, o pedir por un difunto. Incluso a veces cuando te encargan la misa alguna vez te dicen: “quiero que sea para mi sola”. Es decir, en todas ellas subyace el individualismo. Y son casi siempre por los difuntos y no por los vivos. Los difuntos no son el problema porque ya están en las manos de Dios. El gran problema son los vivos que están en nuestras manos: cuántas veces los tratamos mal, no los atendemos, los dejamos morir de hambre en el Tercer Mundo y en el Primero, los matamos con guerras, con injusticias, con malos tratos, con violencia, con torturas... Por el contrario, Jesús pensó siempre en la Comunidad, en la unidad, en la hermandad, en el compartir, como con los cinco panes y dos peces de esta comida, pensando en dar respuesta a las necesidades concretas de las personas. Solo es liberador aquello que libera en la realidad concreta. Jesús lo hizo de manera que hubiese de sobra para todos hasta quedar saciados. Mientras haya una sola persona en el mundo sufriendo injustamente, ninguna Eucaristía se puede desentender de ella.
4.-Comida a la basura:
Pero hubo una cosa en la que solo pensó Jesús, y les dijo: “recoged los pedazos que han sobrado, que nada se desperdicie”. ¿Qué hacemos nosotros con la comida sobrante? ¿Cuánta va a parar a los contenedores de las casas o de los supermercados? Hace unos días vi a unas empleadas de uno de ellos que estaban tirando al contenedor una gran bolsa con carne de pollo, tanta era que tuvieron que subirla entre dos mientras una tercera aguantaba la tapa bien abierta. ¡Qué dolor y tristeza me causó! En ese momento estaban muriendo de hambre miles de personas en el mundo. A menos de cien metros de aquel supermercado había una iglesia. ¡Qué hacemos con Dios allí! Tirar comida a la basura es un sacrilegio, es un crimen contra los pobres, es un atentado a la vida.
Jesús quiere que haya suficiente para que todos estemos saciados. No aprovechar bien toda la comida es un asesinato en los empobrecidos de la tierra. Comer más de lo necesario es atentar contra nuestra salud, es abusar de los empobrecidos, es explotar y empobrecer la Tierra.
Jesús nos da una buena lección de economía, que ha de servir para ordenar todos los productos de la tierra de forma que los bienes necesarios para vivir dignamente lleguen a todo el mundo. La Eucaristía fue establecida por Jesús para construir la convivencia, las buenas relaciones humanas, ejercer la fraternidad, facilitar la ayuda mutua y la solidaridad.
5.-Abandono del C. Vaticano II:
Cada día hay menos sacerdotes y por tanto cada vez más cristianos sin Eucaristía. Por otra parte hay mucha gente que pasa de la misa, cada día más, porque no le dice nada ni le interesa. Con demasiada frecuencia las misas que hacemos van por un lado y los problemas de la gente por otro. Este estilo de iglesia se está desmoronando, y los que la gobiernan cada vez más encerrados sobre si mismos, con lo que solo les quedan unos grupos incondicionales que no tardarán en tener los días contados. Hemos llegado a esta situación por haber abandonado las líneas directrices marcadas por el C. Vaticano II, y los primeros en abandonarlas fueron los más responsables de haberlas desarrollado, empezando por el Vaticano y de ahí para abajo. Fue un fallo de los Obispos conciliares dejar en manos de Roma la aplicación de las directrices del Concilio. Solo volviendo a Jesús y su mensaje seremos una respuesta válida para los problemas, necesidades, angustias y sufrimientos de los hombres y mujeres de este mundo y por tanto creíbles. De hecho, son ya muchas las personas que dicen que creen en Jesús, pero en las iglesias no.
6.-Retorno a Jesucristo:
Es urgente, muy urgente, volver a Jesucristo, a su mensaje, asumido de manera íntegra y comprometida, y por tanto con todas las exigencias y responsabilidades que comporta ante la realidad de nuestro tiempo, sobre todo el sufrimiento de los oprimidos y maltratados. Hay demasiado dolor injusto en este mundo. El compromiso de Jesús fue una constante implicación con los problemas y necesidades concretas de las personas: curarlas, alimentarlas, darles valor, rehabilitarlas en su dignidad, defenderlas ante los opresores, darles ansias de lucha y esperanza, abrirlas a más vida inmanente y trascendente. Ahí está nuestra misión como seres humanos y más como creyentes.
Un saludo muy cordial a tod@s.-Faustino
"Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" (lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer). Felipe le conteste "Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo". Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tantos?" Jesús dijo: "Decid a la gente que se siente en el suelo". Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron, sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo le acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: "Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo", Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo".
1.-Reducción drástica de la ayuda a la Cooperación Internacional:
Las gentes siguen a Jesús porque encuentran en El una respuesta a sus necesidades y penurias. En Galilea había muchos enfermos y se pasaba hambre. Si los necesitados de nuestro tiempo no encuentran en los que nos decimos cristianos una respuesta y una solidaridad en nosotros, no somos cristianos. Hoy tenemos medios para dar respuesta a la mayor parte de las necesidades de la humanidad. Y una parte muy importante de los que nos decimos cristianos, habitamos precisamente en los países donde hay más medios para hacerlo, pero en vez de ayudarles vamos a los países pobres a quitarles lo que tienen. "Nuestras" multinacionales van allí a hacerse con sus materias primas de gran valor por precios de miseria, salarios de hambre y llenándolos de contaminación y gran deterioro medioambiental.
Habíamos aprobado ayudarles con el 0,7, pero muchos países no lo cumplieron y otros lo están rebajando mucho, como ahora el gobierno de España, en contra de lo que anteriormente se había aprobado. El Gobierno de España rebaja el 71 % la ayuda a la Cooperación Internacional al Desarrollo: de 834 millones en 2011 a 240 millones de euros en 2012. A la gran mayoría, de cristianos solo nos queda el cascarón: muy guapos por fuera en celebraciones de Primeras Comuniones, de Bodas, de Fiestas Patronales, de misas Pontificales del Papa o de los Obispos en catedrales y basílicas, de Procesiones del Corpus, etc., pero por dentro estamos vacíos. A lo sumo tenemos unos buenos sentimientos hacia los empobrecidos, peno no nos comprometemos con ellos más que con limosnas, sin tomarlos como opción preferencial de nuestro compromiso de fe como lo hizo Jesucristo, luchando contra las estructuras opresoras que los producen.
2.-Ritualismos:
La cena de Pascua de Jesús con los discípulos la entiende cualquiera. Pero las misas de hoy las tenemos tan llenas de ritualismos que tal vez no las entendemos ni los que las celebramos. Fijémonos en una misa del Papa o de los Obispos: salen con una serie de ropajes que nadie sabe para qué son. Luego, quita mitra, pone mitra, coge báculo, deja báculo, quita solideo, lava dedos, inclina la cabeza, levanta manos, baja manos, bendice con tres cruces...
3.-Si a la Eucaristía no llegan las necesidades y problemas de la gente no es Eucaristía:
A Jesús lo que le preocupaba era que la gente tenía hambre, y busca la forma de darles de comer, contando con lo que la gente puede aportar: cinco panes y dos peces. Si a la Eucaristía no llegan las necesidades y problemas de la gente, no tiene sentido celebrarla. Centramos mucho la Eucaristía en la presencia de Jesús y en la Comunión, o tal vez en que nos ayude a superar un problema y ser mejores, o pedir por un difunto. Incluso a veces cuando te encargan la misa alguna vez te dicen: “quiero que sea para mi sola”. Es decir, en todas ellas subyace el individualismo. Y son casi siempre por los difuntos y no por los vivos. Los difuntos no son el problema porque ya están en las manos de Dios. El gran problema son los vivos que están en nuestras manos: cuántas veces los tratamos mal, no los atendemos, los dejamos morir de hambre en el Tercer Mundo y en el Primero, los matamos con guerras, con injusticias, con malos tratos, con violencia, con torturas... Por el contrario, Jesús pensó siempre en la Comunidad, en la unidad, en la hermandad, en el compartir, como con los cinco panes y dos peces de esta comida, pensando en dar respuesta a las necesidades concretas de las personas. Solo es liberador aquello que libera en la realidad concreta. Jesús lo hizo de manera que hubiese de sobra para todos hasta quedar saciados. Mientras haya una sola persona en el mundo sufriendo injustamente, ninguna Eucaristía se puede desentender de ella.
4.-Comida a la basura:
Pero hubo una cosa en la que solo pensó Jesús, y les dijo: “recoged los pedazos que han sobrado, que nada se desperdicie”. ¿Qué hacemos nosotros con la comida sobrante? ¿Cuánta va a parar a los contenedores de las casas o de los supermercados? Hace unos días vi a unas empleadas de uno de ellos que estaban tirando al contenedor una gran bolsa con carne de pollo, tanta era que tuvieron que subirla entre dos mientras una tercera aguantaba la tapa bien abierta. ¡Qué dolor y tristeza me causó! En ese momento estaban muriendo de hambre miles de personas en el mundo. A menos de cien metros de aquel supermercado había una iglesia. ¡Qué hacemos con Dios allí! Tirar comida a la basura es un sacrilegio, es un crimen contra los pobres, es un atentado a la vida.
Jesús quiere que haya suficiente para que todos estemos saciados. No aprovechar bien toda la comida es un asesinato en los empobrecidos de la tierra. Comer más de lo necesario es atentar contra nuestra salud, es abusar de los empobrecidos, es explotar y empobrecer la Tierra.
Jesús nos da una buena lección de economía, que ha de servir para ordenar todos los productos de la tierra de forma que los bienes necesarios para vivir dignamente lleguen a todo el mundo. La Eucaristía fue establecida por Jesús para construir la convivencia, las buenas relaciones humanas, ejercer la fraternidad, facilitar la ayuda mutua y la solidaridad.
5.-Abandono del C. Vaticano II:
Cada día hay menos sacerdotes y por tanto cada vez más cristianos sin Eucaristía. Por otra parte hay mucha gente que pasa de la misa, cada día más, porque no le dice nada ni le interesa. Con demasiada frecuencia las misas que hacemos van por un lado y los problemas de la gente por otro. Este estilo de iglesia se está desmoronando, y los que la gobiernan cada vez más encerrados sobre si mismos, con lo que solo les quedan unos grupos incondicionales que no tardarán en tener los días contados. Hemos llegado a esta situación por haber abandonado las líneas directrices marcadas por el C. Vaticano II, y los primeros en abandonarlas fueron los más responsables de haberlas desarrollado, empezando por el Vaticano y de ahí para abajo. Fue un fallo de los Obispos conciliares dejar en manos de Roma la aplicación de las directrices del Concilio. Solo volviendo a Jesús y su mensaje seremos una respuesta válida para los problemas, necesidades, angustias y sufrimientos de los hombres y mujeres de este mundo y por tanto creíbles. De hecho, son ya muchas las personas que dicen que creen en Jesús, pero en las iglesias no.
6.-Retorno a Jesucristo:
Es urgente, muy urgente, volver a Jesucristo, a su mensaje, asumido de manera íntegra y comprometida, y por tanto con todas las exigencias y responsabilidades que comporta ante la realidad de nuestro tiempo, sobre todo el sufrimiento de los oprimidos y maltratados. Hay demasiado dolor injusto en este mundo. El compromiso de Jesús fue una constante implicación con los problemas y necesidades concretas de las personas: curarlas, alimentarlas, darles valor, rehabilitarlas en su dignidad, defenderlas ante los opresores, darles ansias de lucha y esperanza, abrirlas a más vida inmanente y trascendente. Ahí está nuestra misión como seres humanos y más como creyentes.
Un saludo muy cordial a tod@s.-Faustino