Creacionismo vs. Evolución (15/21). Encuentre el disparate.

Por MANUEL BARREDA


El Génesis:

1) Nos cuenta dos creaciones incompatibles (fuentes E y J)

2) Una de ellas relata una Creación en seis días.

Supone que las especies (animales de carga, aves del cielo, peces, etc.) nacen definitivas y de una sola vez (en un mismo día las aves y los seres acuáticos; al siguiente, los reptiles y mamíferos).

Sé que se quisieran alargar, pero ya sería demasiado conceder que pudieran ser mil años los que Dios requirió para su creación… En realidad, cada “día” debería durar más de dos mil millones de años. Aun así, la creación que nos interesa, habría tenido lugar en los dos últimos días. Pero hemos de incluir conceptos que ni imaginan los redactores bíblicos.

3) Esa misma fuente considera que antes de la creación existían “aguas” (además de tinieblas), que lo ocupaban todo.

4) Dios crea “la luz” en el día 1º, pero el Sol no brillará sobre la Tierra hasta el 4º día, cuando ya existen las plantas, además de mañanas y tardes (sin Sol).

• Primero existían las aguas, luego la Tierra, enorme plano que soporta el Cosmos.


5) Volviendo a las aguas, Dios tiene que separarlas en “aguas de arriba” y “aguas de abajo” para crear el firmamento, al que llama “cielo”, que quedará (desde el final del 2º día) entre las aguas de arriba y las de abajo.

6) Dejemos de lado las misteriosas aguas de arriba. La palabra tierra designa no a nuestro planeta sino (sólo) a lo seco que Dios descubre al separar las aguas de abajo para hacerla emerger (el día 3º).

7) Ese día 3º Dios crea hierba verde y con semilla, y árboles con fruto.
• El relato no puede estar más desatinado, ya que nombra, precisamente, a las plantas más modernas, surgidas con un enorme retraso respecto de las primitivas y aun a los animales. Esto vuelve a pasarle al hablar de los mamíferos

8) Luego, ya el 4º día (!), Dios crea el Sol, la Luna y las estrellas.

9) “Y los puso en el firmamento para alumbrar la tierra”.

• ¿Podemos ver una fracción significativa de estrellas…? No logramos ver un 0,0000000001% de ellas. Su finalidad se nos escapa en un 99,9999999999%. Claro que esto no se ha sabido hasta el siglo XX.

10) En el día 5º, Dios crea los peces y las aves aladas.

11) El día 6º, Dios crea los animales terrestres: reptiles, bestias, ganado.

12) Ese mismo día Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre…” los animales. (Pasemos por alto el vestigio politeísta del relato “E”). Lo creó a imagen suya, varón y hembra.

13) El 7º día Dios descansa y bendice la obra que hizo.

14) En el otro relato, la 2ª versión de la Creación, el hombre se llama Adán, y aparece mucho antes que la mujer, y aún que las plantas…

• “Cuando el señor hizo el cielo, no había todavía arbusto alguno del campo sobre la tierra, ni había germinado hierba alguna”. En ese mismo momento y estado de cosas, Dios hace al hombre, antes que cualquier otra cosa viva, “del polvo de la tierra”, insuflándole su aliento. Luego, plantó su jardín en Edén y lo llenó de árboles frutales…”.

Creo que basta con esta relación de disparates. Cada número preside, al menos, un error grotesco, a la luz de lo que hoy sabemos. Un error que no debería haber cometido Dios.

Claro que el relato es bello como mito, o cuento, y para su época y lugar está bastante bien…

Sólo que, simplemente, sabemos que yerra en mucho: no sucedió así, y no en ese orden.

Las especies siguieron apareciendo en todos los grupos citados y en los otros reinos que se desconocen.

Dios no pudo ni puede descansar ningún día. El Universo sigue creciendo y las estrellas formándose.

Nuestra motita es esférica y orbita alrededor de una pequeña estrella (y no al revés) que se halla en las afueras de una galaxia entre cientos de miles de millones de otras similares en un Cosmos inmenso para cualquier criterio humano de cualquier tiempo.

¿Cómo una tradición que se gesta entre hace 2.500 y 3.000 años iba a dar con este tipo de “verdad”? No es de esperar… Y no es llamativo que no ocurra. Sí lo es que sigan existiendo dogmáticos empeñados en comulgar con ruedas de molino.
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