Cristianismo, comunismo... ¡a salvar al hombre!

A fin de cuentas, todos lobos disputándose el mismo cordero que quisiera vivir en paz ramoneando las hierbas de las eras y los páramos.

El mundo ha asistido con estupefacción mortífera a una lucha cruel entre dos sistemas que pretendían devorar el mundo: nazifascismo y comunismo. Los dos tomaban al pueblo como pretexto, el uno para alzarlo al sueño de la gloria, el otro para redimirlo.

Los éxitos económicos iniciales de uno y otro “les daban la razón” frente a pueblos “cansados” o crédulos. Un pueblo, por otra parte, confiado en el progreso, que había dado de lado al sentimiento liberal, al sentimiento democrático y al sentimiento religioso.

Para ambos regímenes las falacias religiosas sobre la compasión y la dignidad humana eran cadenas atadas a los pies de los mejores, integrados en el partido del proletariado o en el sentimiento de unidad de la raza. Millones de europeos se echaron a sus pies, adorando el nuevo becerro, el progreso social, inherente al técnico.

La comprobación de sus “bondades” terminó en holocaustos de todo tipo. Una de las religiones quedó expulsada de amplias regiones de Europa.

¿Y qué tiene que ver el cristianismo con todo esto, una religión del amor que, ella sí, quería la salvación de los hombres? Será quizá un tanto expuesto aventurar interpretaciones históricas, pero a la hora de subyugar al pueblo, tanto monta-monta tanto. El cristianismo como hornada, modelo y crisol donde se fundieron y gestaron salvaciones varias.

El cristianismo actual también es responsable de sus hijos ilegítimos o tarados. La puesta en común de los propios bienes en las comunidades cristianas primitivas, los cenobios como arquetipo para lograr socialmente la santidad, las congregaciones como modelo de vida en común... han sido el precedente filosófico, incluso pragmático, del marxismo y su concreción social, el comunismo igualitario. No olvidemos que todos los "roucos" claman por las raíces europeas...

¿Qué ha traído al mundo este engendro experimental? Miseria social, exterminio en masa, generaciones perdidas. Sí, también esto lo ha propiciado el cristianismo, aliado indispensable de la espada en conquistas "salvadoras" de continentes enteros. Piénsese no tanto en Sudamérica cuanto en los hiper religiosos EE.UU. donde un negro o un indio "posiblemente" ni siquiera tenían alma.

¿Y qué son ahora las congregaciones religiosas? Un conjunto de personas degradadas, despojos de personalidad, con el cerebro romo, privadas del ejercicio de la libertad, esterilizadas para la especie desde edades en que no había surgido la sexualidad en sus vidas.

Y las más impregnadas del Espíritusanto, sectas tergiversadas de la primitiva tergiversación cual es el cristianismo como creencia.
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