Déjense de explicaciones esperpénticas.

El mal no dejará de ser un enigma irresoluto e irresoluble para cualquier religión teísta.

Y seguirán dando vueltas a la noria, sin darse cuenta de que a la mayor parte de la gente ya no le interesan las vacías divagaciones que realiza la creencia: que si la libertad del hombre, que si el mal es producto del pecado, que si la asunción de nuestros pecados por Cristo, que...

¿Alguien en su sano juicio puede creerse tamañas explicaciones? Lo simple se explica fácilmente sin tener que recurrir a altas filosofías.

Si la enfermedad proviene o de fallos del organismo o de agresiones al mismo, buscar explicaciones exógenas es querer dar importancia al dolor y al sufrimiento y poner en parangón un sufrimiento extremo con una causa también extrema, fuera de lo común, “sobre-natural”.

Les corroe la irracionalidad de ver la causa como esencia fundante del efecto.
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