Mal y pecado.
En el Catecismo de la Iglesia Católica Ed. 1993 se aborda el mal de forma más concreta y extensa en los números 272 ss, 309 ss, 1789 ss, 2850 ss y de pasada en 29, 164, 677, 978, 998, 1427, 1431, 1502, etc.
No sé si los crédulos siguen siendo, al menos en algunos aspectos, racionales o si han dimitido del todo de serlo. Desde luego lo han hecho al referirse a los asuntos que atañen a la fe. No hay como pasear la mirada, sin dejarse llevar por el estupor, por esos pasajes del Catecismo. Alguien ajeno a la fe que leyera tales pasajes pensaría que lo están tratando de tonto.
Vayamos a los inicios de todo. Dios creó el mundo. Vale. "Y vio Dios que era bueno". Pues vale también. [Hoy, al admitir "a fortiori" la evolución --algo "de cajón"-- dicen que Dios más o menos "puso en movimiento" las fuerzas que harían del mundo lo que hoy es y que quedará completo al fin de los tiempos. Toma ya.].
Pero el "pero" es de tremenda magnitud: si vio "que era bueno" o si lo que puede crear Dios no puede ser algo imperfecto ni siquiera en sus principios generadores, ¿por qué las malas inclinaciones del hombre? ¿Por qué una parte de la creación, como el reino animal o el reino inanimado, destruye, se come, ataca, persigue, devora a la otra parte? ¿Por qué tanta muerte a destiempo? ¿Por qué...? ¿Por qué...? Deduzcan.
El mal, la enfermedad, el sufrimiento --dice su teología--, son fruto y producto del pecado. Ya está. De un plumazo se libran de pensar más: ¿Dios creó también el pecado? Y si no lo creó, ¿qué Dios es ése al que se le escapa una parte considerable de "su" creación? Deduzcan.
Eso de "fruto del pecado" sigue siendo una antigua y renovada estupidez. Quizá una erupción del Stromboli sea una espectáculo "divino", pero lo del Vesubio en el año 79 no parece que fuera tal, sino más bien una venganza, la de los dioses --¿Dios cristiano?-- por tanta depravación como por aquellas tierras había. Es el "mal natural" que tampoco tiene explicación con criterios divinos.
¿Es real eso de que es fruto del pecado o es simplemente un tópico más de las muchas sin sentido que existen en sus alforjas?
Si es real, vayan a decírselo al que ha sido atropellado en un paso de peatones por un automóvil y se debate entre la vida y la muerte en la cama de un hospital. Díganle a quien sufre desde niña una epilepsia ocultada como mal diabólico por sus padres que "lo suyo" es fruto del pecado. O a la madre que acompaña a su hijo a una sesión de quimioterapia...
Pecado ¿de quién? ¿Y por qué yo? ¿Y debe pagar mi hijo los pecados etéreos de las generaciones pasadas y futuras?
¿Es que Dios se ha vuelto loco o tendremos que tildarlo de estúpido?
Es fácil justificar el mal con teorías cuando éste muerde en carne ajena, pero qué difícil es sortearlo cuando muerde en la propia.