Respuesta a comentarios (3/3) Moisés. ACS.
Escribe J.MANUEL BARREDA.
o Comentario por Moisés 24.07.12 | 16:45
RESPUESTA.
1º.- Me reafirmo: “Vivir dignamente es -¿qué otra cosa?- disfrutar la vida, aprovecharla. Pero este planteamiento, harto evidente, no halla un acuerdo tan universal en su concreción: saber vivir. Una de las más nobles metas de toda filosofía.”
Quien esto lea no debería suponer que lo escribe alguien que postula el “butaqueo” televisualizador, o la toma de cervezas consecutivas para luego dormitar, como las más excelsas metas que un humano “digno” pudiera procurarse...
2º.- La pregunta a responder, en este caso, era “cómo se debe vivir”. La reproduce muy bien F. Savater –refiriéndose a Sócrates- en “Historia de la filosofía sin temor ni temblor” (Espasa Libros, S.L.U., 2009):
Bueno, no es mal comienzo... Aunque mi enfoque es más semejante al de Aristóteles: si la persona no siente infelicidad de partida y se siente feliz sin dañar a terceros (viviendo y dejando vivir), vive bien... No todos sentimos el aguijón de combatir ciertos desconocimientos; o la insatisfacción vital que nos mueve a “crecer” o encontrarnos; o no el mismo tipo de curiosidad. Por cierto que, a diferencia de otros opinantes, considero que no somos necesariamente “mejores” –ni más ”evolucionados”- los que los sentimos. En este tema, “sólo sé que no sé nada”...
Y esto vale para responder a Ayedos (comentario 24.07.12 | 19:10), cuyo punto de vista respeto, aunque no suscribiría antes su filosofía que la aquí expresada. Cosas de preferencias.
Espero que ambos estén de acuerdo en que tenemos muchas alternativas de fe y de moral. Así como de pensamiento en general, y de preferencias artísticas, etc.
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Comentarios despectivamente alusivos de ACS (1) en varias jornadas, postales y blogs.
Reflexiones éticas.
A propósito de intuición, confusión, e indiferencia ante la pertinencia o no –léase justicia o injusticia- de infligir –léase arriesgarse a hacer sufrir a quien pueda no merecerlo- un ataque múltiple y “largo”.
1º.- Cualquier actitud moral comienza reconociendo el potencial efecto -dañino o beneficioso para otro- de nuestras eventuales acciones. Ese efecto es importante. Reconocerlo es el núcleo de todo enfoque moral.
2º.- La práctica moral incluye, como mínimo, evitar el daño de otros. No digamos si además se trata de un intento inútil de dañarlo, y emprendido sin venir a cuento (2) . En suma: no hacer sufrir a otros –dañar, provocar, insultar- lo que no toleraríamos de ellos. Esto incluye decir, hacer, esparcir infundios, instigar, mentir, calumniar, etc.
3º.- Resulta que es cierto que yo (Manuel Barreda o Manue) no soy Ayedos (3), pero "no (le) importa". ¿Qué más da?
4º.- También lo es que me he retirado por completo de estos lares durante 9 largos meses, durante los cuales me he dedicado a otros menesteres. Aunque NO lo es que yo me retirara esos meses POR estar en desventaja (o cualquier otra cosa que se le ocurra a “X” o yo mismo haya podido decir, sin presentarla, ni remotamente, como razón de una despedida que acaso ni haya existido...).
5º.- Pero, al parecer, todo “da igual”... Insultar por las buenas o mentar a alguien despectivamente -desde el anonimato- en un par de blogs; sólo por si acaso el “nick” de quien se quiere atacar (4) pertenece a una persona que tiene determinado apellido (¿y que es a quien en el fondo se desea dañar, o atacar personalmente, siendo indiferente cualquier debate, constructivo o no?).
Tal vez lo importante sea no disculparse ni retractarse.
En suma, no pecar de darse la oportunidad de ser justo cuando aparece evidente el riesgo de no estarlo siendo.
1º.- “Da igual” si X (por ejemplo...) ha hecho -o dicho- algo, o no ha hecho nada en absoluto. El caso es que como es ateo... Pues: ¡a insultar tocan!
2º.- “Da igual” si X se anunció a sí mismo o nadie lo anunció... Da igual si ningún desconocido le hizo de adivino: Z cree que comparte los juicios de Y, ergo es culpable de ello. Acaso no sea mal momento para acusarlos de compartir la misma maldad(!). ¿No son ateos? Militan en el “otro” equipo... Dejemos de lado cualquier debate: son merecedores de castigo; de un ataque “personal”. Y Z lo emprende, dándole igual si es justo o del todo gratuito; si responde o ataca injustamente a quien no le ha hecho nada (5).
3º.- Ahora bien: Z no ha sido insultado/a por X, es éste/a, que se dice cristiano/a quien lo/a insulta –y extiende su mención burlesca, sin venir a cuento, en varios comentarios de varias postales de sendos blogs-, por si acaso, como intuía. ¿Da igual el riesgo a fallar en la presunción, y a provocar, dañar o atacar a X? Curiosa dedicación ególatra (a esa altura el suelo debe dar vértigo: los demás son hormigas a pisotear), pero sobre todo, curiosa moral (¿cristiana?(6))...
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o Comentario por Moisés 24.07.12 | 16:45
...quiero decir (salvo algún matiz que se me escape) que no estoy de acuerdo, ni mucho menos, en que la dignidad consista en el disfrute de la vida.
"Tenemos muchas alternativas de fe y de moral". Habrá que hablar con el BLOGGER.
RESPUESTA.
1º.- Me reafirmo: “Vivir dignamente es -¿qué otra cosa?- disfrutar la vida, aprovecharla. Pero este planteamiento, harto evidente, no halla un acuerdo tan universal en su concreción: saber vivir. Una de las más nobles metas de toda filosofía.”
Quien esto lea no debería suponer que lo escribe alguien que postula el “butaqueo” televisualizador, o la toma de cervezas consecutivas para luego dormitar, como las más excelsas metas que un humano “digno” pudiera procurarse...
2º.- La pregunta a responder, en este caso, era “cómo se debe vivir”. La reproduce muy bien F. Savater –refiriéndose a Sócrates- en “Historia de la filosofía sin temor ni temblor” (Espasa Libros, S.L.U., 2009):
“...¿De qué me sirve saber cómo hacer esto o aquello si ignoro qué hacer con mi propia vida? Sería igual que estar muy orgulloso de lo bien que sé andar y hasta de lo mucho que puedo correr... pero sin tener ni idea de a dónde vengo ni hacia dónde me conviene dirigir mis pasos. A mis conciudadanos atenienses creo que les pasa lo mismo que a mí, que tampoco saben cómo debe vivirse. Hacen lo que ven hacer a los demás, pero sin saber en el fondo si es bueno o malo. Ni siquiera piensan por sí mismos sobre este asunto, se conforman con repetir lo que hicieron sus padres y sus abuelos; otros prefieren imitar a los más ricos. ...O los más fanfarrones y brutos, confundiendo su bravuconería con ser de veras enérgico y fuerte. Algunos siguen su capricho de cada momento y hacen sólo lo que les apetece: ahora como y bebo hasta hartarme, luego me echo a dormir y no me preocupo de qué pasará mañana. Y todos están muy contentos consigo mismos y se las dan de listos... ¡Por eso dijo el oráculo de Delfos que yo, Sócrates, a pesar de no saber nada, soy el más sabio de todos!”
Bueno, no es mal comienzo... Aunque mi enfoque es más semejante al de Aristóteles: si la persona no siente infelicidad de partida y se siente feliz sin dañar a terceros (viviendo y dejando vivir), vive bien... No todos sentimos el aguijón de combatir ciertos desconocimientos; o la insatisfacción vital que nos mueve a “crecer” o encontrarnos; o no el mismo tipo de curiosidad. Por cierto que, a diferencia de otros opinantes, considero que no somos necesariamente “mejores” –ni más ”evolucionados”- los que los sentimos. En este tema, “sólo sé que no sé nada”...
Y esto vale para responder a Ayedos (comentario 24.07.12 | 19:10), cuyo punto de vista respeto, aunque no suscribiría antes su filosofía que la aquí expresada. Cosas de preferencias.
Espero que ambos estén de acuerdo en que tenemos muchas alternativas de fe y de moral. Así como de pensamiento en general, y de preferencias artísticas, etc.
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Comentarios despectivamente alusivos de ACS (1) en varias jornadas, postales y blogs.
Reflexiones éticas.
A propósito de intuición, confusión, e indiferencia ante la pertinencia o no –léase justicia o injusticia- de infligir –léase arriesgarse a hacer sufrir a quien pueda no merecerlo- un ataque múltiple y “largo”.
1º.- Cualquier actitud moral comienza reconociendo el potencial efecto -dañino o beneficioso para otro- de nuestras eventuales acciones. Ese efecto es importante. Reconocerlo es el núcleo de todo enfoque moral.
2º.- La práctica moral incluye, como mínimo, evitar el daño de otros. No digamos si además se trata de un intento inútil de dañarlo, y emprendido sin venir a cuento (2) . En suma: no hacer sufrir a otros –dañar, provocar, insultar- lo que no toleraríamos de ellos. Esto incluye decir, hacer, esparcir infundios, instigar, mentir, calumniar, etc.
3º.- Resulta que es cierto que yo (Manuel Barreda o Manue) no soy Ayedos (3), pero "no (le) importa". ¿Qué más da?
4º.- También lo es que me he retirado por completo de estos lares durante 9 largos meses, durante los cuales me he dedicado a otros menesteres. Aunque NO lo es que yo me retirara esos meses POR estar en desventaja (o cualquier otra cosa que se le ocurra a “X” o yo mismo haya podido decir, sin presentarla, ni remotamente, como razón de una despedida que acaso ni haya existido...).
5º.- Pero, al parecer, todo “da igual”... Insultar por las buenas o mentar a alguien despectivamente -desde el anonimato- en un par de blogs; sólo por si acaso el “nick” de quien se quiere atacar (4) pertenece a una persona que tiene determinado apellido (¿y que es a quien en el fondo se desea dañar, o atacar personalmente, siendo indiferente cualquier debate, constructivo o no?).
Tal vez lo importante sea no disculparse ni retractarse.
En suma, no pecar de darse la oportunidad de ser justo cuando aparece evidente el riesgo de no estarlo siendo.
1º.- “Da igual” si X (por ejemplo...) ha hecho -o dicho- algo, o no ha hecho nada en absoluto. El caso es que como es ateo... Pues: ¡a insultar tocan!
2º.- “Da igual” si X se anunció a sí mismo o nadie lo anunció... Da igual si ningún desconocido le hizo de adivino: Z cree que comparte los juicios de Y, ergo es culpable de ello. Acaso no sea mal momento para acusarlos de compartir la misma maldad(!). ¿No son ateos? Militan en el “otro” equipo... Dejemos de lado cualquier debate: son merecedores de castigo; de un ataque “personal”. Y Z lo emprende, dándole igual si es justo o del todo gratuito; si responde o ataca injustamente a quien no le ha hecho nada (5).
3º.- Ahora bien: Z no ha sido insultado/a por X, es éste/a, que se dice cristiano/a quien lo/a insulta –y extiende su mención burlesca, sin venir a cuento, en varios comentarios de varias postales de sendos blogs-, por si acaso, como intuía. ¿Da igual el riesgo a fallar en la presunción, y a provocar, dañar o atacar a X? Curiosa dedicación ególatra (a esa altura el suelo debe dar vértigo: los demás son hormigas a pisotear), pero sobre todo, curiosa moral (¿cristiana?(6))...
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1 Que no se cree que yo haya dejado de intervenir por aquí durante un tiempo superior a 9 meses y, al parecer, me confunde con cierto comentarista (cuyo nick es “Ayedos”).
2 “Quizá sea relevante el ser honesto con uno/a mismo/a, dejando en paz a los demás, en tanto no interfieran (abusivamente) en nuestra vida. Y, más allá de la regla áurea, desprenderse de automatismos, hipersensibilidades, prejuicios... A la hora de ser críticos, ponernos muy en primer lugar como objeto de análisis.” http://blogs.periodistadigital.com/humanismo.php/2012/07/24/a-proposito-de-las-creencias-1-9-
3 Ignoro los motivos del caso, y no lo voy a investigar, dada la enorme cantidad de tiempo transcurrido y, por consiguiente, las muchas postales publicadas en mi ausencia.
4 (Parece que ya se ha dado cuenta nuestra común denostadora; aunque, mientras escribo, vuelven a aparecerle dudas, o eso nos insinúa, siéndole indiferente el resultado “moral” o “lo justo”.)
5 No es mal momento para recalcar que jamás he iniciado un insulto personal contra nadie. No disfrutaría con ello ni lo estimaría ético (apropiado: honesto, digno ni justo). De modo que siempre que ha existido alusiones personales, infundios, insultos, desautorizaciones, han sido cosa iniciada por otros/as. Mi actitud, además, ha sido la de apaciguar en todo momento dichas veleidades.
6 ¿Caritativa, justa, inspirada en Dios, en algún propósito bueno u honesto, en el “amor”...?