Libro II. Capítulo X.

MILAGRO DE SANTIAGO EXPUESTO POR EL PAPA CALIXTO

En el año 1104 de la encarnación del Señor, cierto peregrino que regresaba de Jerusalén, mientras venía sentado sobre la borda de la nave para defecar, cayó de allí a los abismos del mar.

Imploró a grandes voces el auxilio de Santiago, y otro compañero le tiró al agua desde el barco su escudo diciendo: "El gloriosísimo apóstol Santiago, cuyo auxilio invocas, te socorra".

Y habiendo recogido el escudo y conducido milagrosamente por el Apóstol, nadando a través de las aguas del mar tres días con tres noches, y siguiendo la pista de la nave, llegó incólume con los otros al puerto deseado y contó a todos de qué manera Santiago, desde la hora en que le invocó, había ido delante de él sosteniéndole continuamente con su mano por el cogote.

Esto fue realizado por el Señor y es admirable a nuestro ver. Honor y gloria al Rey de reyes por los siglos de los siglos. Amén.

Consideraciones piadosas:

1ª) Este milagro aparece consignado en el Códice Calixtino. En este blog lo hemos incluido en la sección "Humor, un poco de humor".

2ª) Es muy posible que hubiera gentes que dieran validez, veracidad y realidad a tal milagro (estaba en "el libro"; tenía la garantía de todo un papa, cómo dudar, etc. etc.) Quizá algún funcionario sacro leyera la susodicha fábula al pueblo entregado y enfervorizado haciéndola pasar por milagro del Apóstol...

3ª) Cada vez estoy más convencido de que las gentes de otros tiempos, bien que más incultas o menos instruidas, eran en todo como nosotros, con los mismos afanes, los mismos deseos de superación, las mismas ansias de bienestar y quizá con más sentido común... No, en su fuero interno y en sus charlas vecinales, pondrían en solfa lo que en las reuniones dominicales se les decía. Otra cosa era el peso agobiante del organigrama de credulidad, omnipresente y con mayor poder de convicción que hoy día.

4ª) ¿Qué puede pensar el crédulo piadoso de hoy día respecto a este jocoso milagro? ¿Pueden conceder versimilitud a tal suceso? Si es así, apaga y vámonos, porque definitivamente han desistido de ser personas. Gracias a... Descartes, Kant, La Enciclopedia, La Ilustración..., el progreso, la instrucción generalizada, el bienestar económico... el mundo de hoy día sabe distinguir lo que son cuentos de lo que es la realidad. Dudo que haya creyente sensato que se atreva a dar carta de naturaleza a este milagro.