Dos patas argumentales para la religión... pero falta una.

1.- La religión como sustento de la moralidad. Uno de los eternos argumentos para justificar la fe es el aporte y el soporte de una moral más elevada para el mundo.

Sin la fe que sustenta las obras, es decir, sin una moral con fundamentos duraderos --¿eternos?--, este mundo viviría desquiciado, buscando cada persona su propio beneficio, entregados todos a los más viles desmanes...

No sé si habrá crédulos que realmente crean esto, pero en cualquier caso es preciso arrebatarles con ira ese razonamiento insidioso: la moralidad no admite mezclas ni puede caminar de la mano del fenómeno religioso.

La moral, la ética si se quiere, debe sentirse como independiente del credo.

Ese mismo argumento de moral sustentada por credos, se vuelve de hecho en su contra, porque una gran parte de ella está dirigida exclusivamente a sustentar el credo que a su vez sustenta la moral.

Uno debe ser buena persona porque sí; porque la razón lo dice; porque lo exige la reciprocidad humana; porque ahí está la base del progreso de la humanidad, en consonancia con el progreso intelectual. De hecho es así.

2. La religión fuente inspiradora de arte. Visual, artística y literariamente todo es muy bonito en las religiones: catedrales que inundan con su presencia el paisaje urbano como la carroza más engalanada de la comitiva; conventos de fábrica sobria e interiores deslumbrantes; grandes pagodas, como si la naturaleza hubiera querido hacerse piedra entre una vegetación desaforada; profusión de esculturas de Buda; el legado literario desde el Mahabharata o Ramayana a los escritos de Sanjuandelacruz...

Su argumento es elemental: ¿cómo no puede ser verdad la causa que produce tales creaciones? ¿Cómo podría ser mentira tamaña mentira? Cualquier inteligencia que piense de buena fe –-dicen— deducirá y argüirá que, a la fuerza debe haber "algo" o "alguien" detrás de tanta maravilla.

Bien: ahí están los hechos "cosificados". Pero tampoco creo que haya una mente crédula con un ligero uso de su razón que llegue a conclusiones válidas respecto al sustento real de tales creaciones. Las explicaciones podrían ser muchas y prescindimos ahora de ellas. Si lo reducimos al plano individual, ¿puede ser esto argumento para que YO crea? ¿Me sirve A MÍ para creer? ¿Me induce A MÍ a cambiar mi forma racional de vivir?
Volver arriba