A veces nos lo merecemos por incultos (1).



Concluida la interesante serie sobre Karl Marx con que Prometeo nos ha ilustrado durante doce interesantes jornadas, traigo aquí una noticia aparecida en la prensa que tiene su cierta intemporalidad dado que todavía no han comenzado los fastos venideros.

Sé que se están preparando actos, exposiciones, conferencias e incluso una serie televisiva, similar a la gloriosa sobre Isabel la Católica, de ocho capítulos a propósito del evento que conmemorará algo que comenzó un 10 de agosto hace 500 años y finalizó el 6 de septiembre de 1522.

Ya habrán adivinado que se trata de la Primera Vuelta al Mundo llevada a cabo por Juan Sebastián Elcano, el glorioso vasco vecino de Guetaria, coincidiendo con los primeros años de estancia de Carlos I en Castilla.

No traería a colación el asunto si la INDIGNACIÓN no hubiera removido en lo más profundo mis avejentadas neuronas. Indignación, además, porque en la afrenta está implicado el manifiestamente inculto Ministro de Asuntos Exteriores, José BORRELL.

Indignación porque me afecta personalmente: llevo un año largo viviendo el evento, tratando de desentrañar cuanto hace referencia al glorioso acontecimiento, gozando con la hazaña de, primero, cinco naves y al final sólo una y a la par participando de las penalidades sufridas por los 265 navegantes que en ellas sufrían y morían.

En relación al asunto que a continuación cito, lo de Portugal es de una desfachatez indignante que terminará en un sonoro ridículo a poco que algún intelectual no infectado por la política ponga en la picota a los ilusos lusos.

Hablaba de una noticia aparecida en la prensa y a tal efecto copio de las páginas de El Mundo, 29 de enero de 2019, lo que sigue:

“Portugal ha tratado de obtener, por parte de la Unesco, el reconocimiento de RUTA MAGALLANES como Patrimonio de la Humanidad. La iniciativa, en marcha desde hace años, convertiría a Elcano en un mero continuador de un viaje cuyo mérito cabría atribuir a Magallanes”.


“¿Cuándo comenzó Portugal a “desespañolizar” la travesía de su navegante más ilustre? Su candidatura echó a andar en 2015, impulsada por el alcalde de la villa natal de Magallanes, Sabrosa”.


“El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, compareció el pasado miércoles [23 de enero 2019] junto a su homólogo portugués para anunciar que la candidatura se planteará finalmente como un reconocimiento patrimonial conjunto. ‘Espero que queden disipadas todas las dudas o especulaciones de descoordinación, porque vamos a ir de la manos a todas partes’...”


Uno se queda de piedra ante ese atrevimiento: ¿Portugal tiene algo que ver con la I Vuelta al Mundo? ¿Nuestro ministro de Exteriores dando pábulo y oportunidad a tal latrocinio cultural? ¿Y los españoles dejaremos, también ahora, que usurpen las glorias realizadas por españoles? Y así cien etcéteras más.

Me indigna precisamente porque he estado embebido más de un año entero en conocer a fondo la hazaña de Juan Sebastián Elcano. Sí, también del portugués Magallanes, pero éste no tuvo que ver nada con la circunnavegación realizada por Elcano: su gloria la dejó plasmada en el Estrecho que lleva su nombre.

No es pecar de presuntuoso hacer reseña de los libros, documentos, crónicas y referencias que he manejado y me han servido para sentir como algo personal la gesta del gran navegante Juan Sebastián Elcano. Quizá tal relación pueda servir a más de uno para profundizar en tal proeza.

1. Primo Viaggio Intorno al Globo Terracqueo. Imprescindible por ser el único documento que relata el viaje de principio a fin. Fue escrito por Antonio Pigafetta, gentilhombre vicentino, que intuyó la importancia del proyecto de Magallanes y se alistó en la expedición como cronista. Con el número 48 aparece en la lista de embarcados como sobresaliente o criado de Magallanes en la nao Trinidad [Archivo de Indias]. Fue uno de los 18 supervivientes que consiguieron volver a Sevilla en la Victoria al mando de Elcano. Entregó copias de su Relación al rey Carlos I, a la reina madre de Francia y al Papa. Fue Caballero de la Orden de Rodas, y al parecer murió luchando contra los turcos. La primera vuelta al mundo. Ed. Miraguano. 18 €. Incluye este libro otros textos que cito más abajo.

2. Décadas del Nuevo Mundo. Pedro Mártir de Anglería, humanista con cargo importante en la corte de los Reyes Católicos y luego de Carlos V, que recogió el testimonio de cuantos tuvieron relación con el viaje. Dedica al viaje de Magallanes-Elcano, el Libro VII que consta de 8 capítulos.

3. La primera vuelta al mundo. José Luis Comellas. Ed. Rialp. Documentado, preciso, imparcial y exacto. El mejor como divulgación.

4. Nova imago mundi. Carlos Barreda Aldámiz-Echevarría. Me resultó curiosa su observación preliminar:
“Durante el tiempo que navegué en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, siendo guardiamarina, siempre que entrábamos en un puerto nos preguntaban: ¿Y quién era J.S. de Elcano? [Al contestar] el primer navegante que dio la vuelta al mundo, algunos nos decían, entre asombrados e incrédulos: “Pues yo creía que había sido Magallanes”. Y otros, los sajones, nos comentaban: “Estaba seguro hasta ahora, [de] que había sido Francis Drake” o cualquier otro comentario semejante”.


5. Magallanes. La aventura más audaz de la humanidad. Stephan Zweig. Interesante relato de la vida y sobre todo la figura de Magallanes. No deja en buen lugar a Elcano, se extasía con Magallanes y probablemente ha influido en la pretensión de Portugal.

6. Las páginas del mar. Sergio Martínez. Ed. Grijalbo. Novela apasionante cuyos protagonistas serán luego marineros en las naves de Magallanes.

7. Elcano. José de Arteche. Espasa Calpe. 1942.

8. Documentos directamente relacionados con el viaje.

a. Capitulaciones firmadas en Aranda de Duero, 22 de marzo de 1518.

b. Carta de Elcano a Carlos I desde Sanlúcar nada más llegar, 6 septiembre 1522.

c. Maximiliano Transilvano. De cómo y por qué y en qué tiempo fueron descubiertas y hallas las islas Molucas... Divídese esta relación en veinte párrafos principales.

d. Francisco Albo.Derrotero del viaje de Magallanes desde el cabo de San Agustín, en el Brasil, hasta el regreso a España de la nao “Victoria”. Relación diaria de la latitud en que se encuentran con leves anotaciones. Interesantísimo documento. Tenemos hoy Google Earth para constatar la fidelidad de los datos aportados por Albo.

e. Narrationedi un Portoghese compagno di Odoardo [Duarte] Barbosa.

f. El Roteiro, diario de un itinerario, de un “piloto genovés”.

g. Ginés de Mafra. Piloto de la nao “Trinidad”, manuscrito de 108 páginas.


9. Otros documentos, relacionados de una manera u otra con el viaje. [Se conserva esta colección en la Universidad de Wisconsin].
a. Declaración ante el alcalde Leguizamo del capitán, maestre y marineros de la nao Victoria, respondiendo por separado a trece preguntas sobre lo sucedido en San Julián y Filipinas. Investigación para aclarar las insidias vertidas por Pigafetta cuando se entrevistó en Valladolid con Carlos I.

b. Carta del contador López de Recalde al arzobispo de Burgos, Fonseca, dando cuenta del regreso de la nao San Antonio [desertó en el estrecho de Magallanes].

c. Carta de Antonio Brito, capitán portugués que capturó en Tidore la nao “Trinidad”, al regreso de las Molucas después del intento de llegar por el N a Panamá: de 60 tripulantes sólo llegaron a Tidore, Molucas, 17 y, finalmente, a España, 4. El resto murió en prisiones portuguesas en Tidore, Cochín y Madagascar.

d. Diversos documentos sobre las negociaciones de Carlos V y el rey Juan de Portugal entre ellos la transacción y “venta” de las Molucas al rey de Portugal.

e. Carta al rey de España de Gonzalo Gómez de Espinosa, desde Cochín (12 enero 1525). Espinosa tenía el cargo de alguacil de la nao Trinidad. Fue apresado por Brito en Tidore y, tras escapar de la prisión, regresó a España cinco años después.

Entre las muchas Webs que se pueden encontrar en Internet la mejor y más completa es ésta. ENLACE. Por otra parte, y a la vez que se leen textos como el de Francisco Albo, el uso de Google Earth resultará sobremanera ilustrativo. Necesario, más bien.

Aparte de todo lo anterior y para sumergirme en lo que implica la navegación a vela, he seguido dos cursos de náutica por Internet. Y de haber residido en la costa, lo habría hecho en alguna escuela “ad hoc”.

Como excursus: todavía estoy valorando el deseo de residir un tiempo en Filipinas recorriendo los lugares donde recalaron los expedicionarios: Sámar, Homonhon, Limasaua, Cebú, Mactán, Bohol, Palawán, etc. Facilidades familiares tengo para ello, con una hermana [misionera que ya he citado en este blog] que ya ha recorrido lugares donde recaló la mermada flota de Magallanes.


Dejamos para mañana los motivos por los que Portugal debería retirarse de tales pretensiones o ceñirse en todo caso al único hecho importante para la historia cual fue el descubrimiento del Estrecho que lleva el nombre de Magallanes. Y se queden con el texto hagiográfico de Stephan Zweig.
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