75.000 personas abren el macroencuentro juvenil, al que el Papa llega esta noche Arranca la JMJ: "Ser santos no es un mito, es una realidad palpable"

(RD/Aica).- "Ser santos no es un mito, es una realidad palpable", dijo monseñor José Domingo Ulloa Mendieta OSA, arzobispo de Panamá, al iniciar esta tarde la 31° Jornada Mundial de la Juventud en la Ciudad de Panamá. El Comité Organizador Local (COL) informó que asistieron aproximadamente 75.000 personas entre obispos, sacerdotes, peregrinos y voluntarios.

Con el lema "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra" comenzó hoy, martes 22 de enero, la 31ª Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la Ciudad de Panamá y se extenderá hasta el domingo 27 de enero.

Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta OSA, arzobispo de Panamá, presidió la misa de apertura que tuvo lugar en el Campo Santa María la Antigua y dio la bienvenida a los presentes que, según infirmó el Comité Organizador Local (COL), se trató de unas 75.000 personas entre obispos, sacerdotes, peregrinos y voluntarios.

"Nuestro gozo es inmenso ante la presencia de todos ustedes. Panamá hoy los recibe con el corazón y los brazos abiertos. Gracias por aceptar el llamado de encontrarnos en este pequeño país, en el que la fe llegó de la mano de la Virgen María, bajo la advocación de Santa María la Antigua", expresó el arzobispo al comenzar su homilía.


"Estamos preparados para recibirlos, para compartir sus tradiciones, la riqueza multiétnica y pluricultural, pero muy especialmente para compartir la alegría de la fe en un Dios, que está actuando entre nosotros, en nuestra historia personal y comunitaria".

Luego los animó a participar de las distintas actividades que se proponen para los días del encuentro: catequesis, festivales musicales y teatrales, y especialmente a encontrarse con Dios en la confesión y en las celebraciones litúrgicas.

El prelado impulso a los peregrinos a encontrarse con Jesucristo, lo cual "debe llevarlos a la confrontación consigo mismos y con el adoctrinamiento del sistema de anti valores que impera sustentado en la búsqueda de una falsa felicidad, que es tan fugaz que los lleva a experimentar desesperadamente con tantas cosas que dañan la mente y el espíritu y que al final no lograr llenar el vacío existencial".

Monseñor Ulloa denominó al tiempo presente como en "espera de la primavera juvenil", porque "estamos plenamente convencidos que los verdaderos protagonistas para los cambios y las transformaciones que requiere la humanidad y la Iglesia están en sus manos, en sus capacidades, en su visión de un mundo mejor".

El arzobispo recordó que la arquidiócesis de Panamá es la primera diócesis en tierra firme, en el continente americano, desde donde se irradio la fe católica con el amparo de la Virgen María, a quien hoy se le debe el lema de la jornada. Luego agradeció al papa Francisco "por confiar y darnos la oportunidad de hacer una Jornada para la juventud de las periferias existenciales y geográficas".

La Virgen María es "modelo confiable a seguir por su disponibilidad y servicio al plan de Dios", indicó. "En los ojos de María, cada joven puede redescubrir la belleza del discernimiento; en su corazón puede experimentar la ternura de la intimidad y la valentía del testimonio y de la misión", manifestó el arzobispo de Panamá al tiempo que los exhortó a imitar a María.


Monseñor Ulloa se refirió a los jóvenes indígenas y afrodescendientes que por primera vez tienen un espacio en la jornada para abordar sus realidades específicas. "Representan un significativo número de la población del continente, aquellos que viven en situación de exclusión y discriminación, aquellos ubicados en la marginalidad y la pobreza".

"Líderes juveniles de diversas religiones e ideologías han mostrado su capacidad generar juntos respuestas a su situación de discriminación y exclusión demandando políticas públicas en el marco de la justicia, la educación, el trabajo, y la reivindicación de la mujer desde su cultura y etnicidad, no solo en los espacios sociales sino también religiosos".

El arzobispo panameño recordó la última exhortación apostólica del papa Francisco sobre la santidad y recordó a los jóvenes que "ser santo no es tener rostros de figuras de las estampitas que compramos por ahí", sino que, por el contrario, "todos podemos ser santos, aun cuando pensemos que nuestra existencia no tiene un gran valor por todos los pecados cometidos," expresó.

"Ser santos no es un mito, es una realidad palpable", exclamó monseñor Ulloa, y mencionó a los santos patronos de a JMJ como San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, San Juan Diego, San José Sánchez del Río, San Juan Bosco, Beata Sor María Romero Meneses, San Óscar Romero y Juan Pablo II.

Al concluir, pidió a los presentes que no tengan miedo, sino que "tengan el coraje de ser santos en el mundo de hoy", para poder "demostrar al mundo que es posible ser felices con tan poco, porque Jesucristo, la razón de nuestra felicidad, ya nos ganó la vida eterna, con su Resurrección".

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