No suelo ver el programa de Televisión
59 segundos. Ayer vi que iban a tratar del "autobús ateo" y me quedé. Me alegro de haberlo hecho pues me sirvió para confirmarme en el buen concepto que tengo de un sacerdote.
Se trata de Jesús de las Heras, director de
Ecclesia. En alguna ocasión me he referido a la edición digital de la revista.
Rara avis entre las publicaciones eclesiásticas. Es viva, informa, está bien presentada, se actualiza todos los días... Verdaderamente sorprende entre lo que estamos acostumbrados a ver.
Ayer se enfrentó él solo al tema del ateismo y el dichoso autobús y estuvo brillante, incisivo, inteligente, irónico. Él fue el personaje. El ateo, no se esmeraron mucho en buscarle un buen contrincante, era el que se batía a la defensiva. El coro bastante lamentable. Dos, que me pareció entender eran creyentes, uno y una, eran los más normales aunque no se significaron mucho. Otro era del género cretinoide, subespecie rústica. La mujer de El País o la SER, ya no me acuerdo, sectarismo puro y duro. La otra que mencioné antes le apagó un farol que se había inventado. Uno más joven era de esos clones que tanto abundan en el PSOE y en el PP. Repiten cuatro banalidades mal aprendidas.
Pues Jesús de las Heras no se amilanó en momento alguno. Él fue el personaje y si quisieron montarle una encerrona no lo consiguieron. Lidió a los morlacos, el ateo era un marmolillo, con efectividad e incluso con arte. Faena de oreja. Enhorabuena, maestro.