Jesús Bastante ha abierto el melón de las quinielas para Cartagena.

Da muchos nombres que dice han comenzado a circular por Madrid. Yo también he oído alguno de los que él apunta y algún otro más. Son conjeturas y al fin saldrá sólo uno. Que se haya anticipado o no.

Creía que José Sánchez, que presentará la renuncia de Sigüenza-Guadalajara el próximo 30 de octubre, es decir dentro de siete meses y medio, estaba ya fuera del comercio de los hombres. Pero se ve que sus amigos son inasequibles al desaliento y siguen proponiéndole para una diócesis importante que nunca le llegó. Sería llegar a la diócesis y presentar la renuncia. Me parece inverosímil.

Casi lo mismo cabe decir de Don Rafael Palmero que renunciará su diócesis de Orihuela-Alicante el 27 de julio de 2011. Sería nombrarle para tres años absolutamente insuficientes para restañar la sangre derramada. Y, además, pasándole a una diócesis de menos habitantes que la que actualmente gobierna. Otra vilaplanada.

De otros nombres apuntados por Jesús Bastante sólo me referiré a uno. Que lleva el puñal ensangrentado entre las manos. Supongo, o quiero suponer, que será imposible. Tras la estocada a la diócesis, el descabello. No pueden ser tan insensatos los de la conjura. Quiero pensar que todavía tienen algo de amor a la Iglesia. Y de vergüenza. Para eso que dispensen a Mendoza del celibato y le hagan obispo directamente.
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