Me dicen que en Mallorca, después de innumerables dilaciones, dolencias del celebrante y cambios de hora se pudo celebrar al fin misa según el modo extraordinario.
El sacerdote celebrante manifestó a los fieles que a él no le gusta la forma tradicional, que así de lo hizo saber al vicario general y que si celebra esta misa es sólo por obligación y obediencia. También animó a los fieles a que asistieran a una misa de rito oriental que esa sí que parece celebra encantado.
Pues se ha lucido usted con la designación. Y si ella fuera del vicario general también se ha lucido usted porque el responsable de la diócesis es el obispo.
Un grupo de los asistentes ha decidido no volver a esa misa celebrada tan "piadosamente" por el designado. ¿Era lo que usted pretendía? ¿Hizo el paripé, como si fuera un obispo obediente, pero procurando ahuyentar a los fieles y así poder decir que no hay quienes la deseen?