Ayer el Blog batió todos los records. 22089 visitas y 7213 personas distintas que se acercaron a esta página. Sin duda por el nombramiento de Valencia.
Tiene usted a la Iglesia de España en ascuas. Todos los católicos quieren que de una vez se resuelvan tantas incógnitas episcopales que tiene a la Iglesia en una espera que necesariamente impone un nivel bajo de actividad. Haga público de una vez los nombres de los nuevos obispos de Toledo, Guadix, San Sebastián, Jerez, Alcalá de Henares y Menorca. Mañana mejor que pasado. Y el día 17 Córdoba. Anime a los que se nombren a que tomen posesión cuanto antes de sus nuevas diócesis y, ese mismo día, anuncie quienes les sucederán en las que ellos dejen vacantes. Y la Iglesia comenzará a moverse.
Este
impasse no sólo no resuelve nada sino que entorpece mucho. Anímese, monseñor Monteiro. Parece mentira que con tantos buenos nombramientos quede usted tan mal. Y no es por quienes nombra sino por lo muchísimo que tarda. Es usted el mejor nuncio que hemos tenido desde el malhadado Dadaglio y, sin embargo, tiene usted una pésima imagen. Y todo es por su paso de tortuga. A ver si este año que ha comenzado tan bien con el nombramiento de Don Carlos Osoro convierte a monseñor Tortugueiro de Castro en Lebreiro de Castro. Cerraría así un espléndido trabajo en el nombramiento de obispos. Pero ¡tan lento!